Si el documental fuera más realista y más crítico todos saldríamos en vuelo directo a Indonesia y lincharíamos a los protagonistas de este film, no me queda duda que a alguien se le ocurrió en este mundo que combatimos a la violencia con violencia justificada.

The Act of Killig si fueran más hermosos sus fotogramas y más investigado no dudaríamos ni un instante en colarlo como uno de los mejores documentales de la historia.

Un análisis preciso da como variante el verdadero peso de este documental que esboza calidad por donde se le mire, al menos a un servidor ya se le ha tatuado en la mente ese final que parece bien merecido y bien trabajado dentro de la evolución inversa del film, mientras más vemos vamos perdiéndole el asco a los personajes omnipotentes.

Joshua Oppenheimer difícilmente se dará cuenta de la importancia y la relevancia de comunicar un mensaje como el de Act of Killing con un método casi surrealista, tan bello que espanta el calificativo apegado a la historia negra de la persecución de comunistas en los años 60´s en Indonesia.

La importancia de diseñar un documental que obliga a revisarlo una y otra vez por sus cualidades técnicas y artísticas pero que repele por su dureza de contenido.

Ojalá The Act of Killing sea una rama más de los documentales estéticamente bien cuidados que ya trabajó Wim Wenders y Werner Herzog.

Hay días que quiero ver los hermosos fotogramas de The Act of Killing otra vez, pero me acuerdo de lo mal que lo pasé viéndola y se me pasa.