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Voto de cineartealma:
8
Drama Un matrimonio trata de superar la muerte de su hijo de cuatro años en un accidente automovilístico. Adaptación de la novela homónima ganadora del Premio Pulitzer en la categoría de drama. (FILMAFFINITY)
13 de noviembre de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cómo me entusiasma el cine cuando éste logra tocarme el alma, cuando mi emoción y mi inteligencia son recompensadas con tanta delicadeza, verdad, agudeza, rigurosidad, complejidad, matices... Con filmes como estos siento que mi consciencia crece, se eleva, mi sentido crítico, mi capacidad introspectiva, mi empatía... mi corazón late más presente, aquí y ahora.

La mayoría de personajes en esta cinta son pura autenticidad, tan de la vida misma que es abrumador, con emociones latentes, con circunstancias reales, que ves y sientes en ellos aunque no las manifiesten a las claras, en una sola mirada de reojo, en un sólo movimiento de hombros..., en ellos no percibes notas en falso que los hagan ver distantes, ni ''peliculeros'', ni bobos, ni sabiondos, ni pedantes, ni falsos con diálogos imposibles y acciones tramposas y efectistas, sino a personas con vidas que pesan, con diálogos que conoces y reconoces, con desesperanzas, con esperanzas, que sobreviven, que sacan su sarcasmo, que se defienden, que hieren, que mienten, que aman... y a los que yo amo, AMO a los personajes de esta cinta, los amo con todo mi corazón.

Amo enormemente a Becca, el personaje de Nicole Kidman (¡por favor!, esta mujer es una de las mejores actrices de la historia, y ésta una de las mejores interpretaciones del cine en su historia, sobran las palabras, es absolutamente prodigiosa, 100% cuerpo y alma a cada segundo de metraje), amo al personaje de Aaron Eckhart (qué gran actor, qué interpretación tan maravillosa, cuánta honestidad y entrega, cuánta verdad me ha transmitido), amo al personaje de Miles Teller (qué matices, qué peso y frescura al mismo tiempo), al personaje de Dianne Wiest (protagoniza un par de momentos en la cinta que a nivel interpretativos me parecen antológicos), los amo, los reconozco, me han emocionado, mi alma les ha creído y acogido, cuánta ternura me han despertado, y no porque sean perfectos, sino porque son imperfectos, son como yo, como tú, y ¡hacen lo que pueden con lo que tienen! Su dolor me conmueve, y por supuesto también su luz, que hace que cuando conectan con ella sus ojos brillen y hagan brillar el espacio entero.

La película mantiene un ritmo estupendo, coherente, sin desinfles, con sentido, con un cierto rumbo pero sin el, pues no se marca un final concreto, aquí no hay nada que cerrar, es sencillamente un pedazo de vida filmada, ni más ni menos que para hacernos conscientes, para hacernos sentir y pensar, más allá de las mentiras, y vaya si lo consigue. La película es dura en general, tiene una tragedia como núcleo muy fuerte, pero esa dureza está desde lo realista, no desde la sensiblería de postín, y el hecho de poner la acción ocho meses después de la tragedia le da una cierta perspectiva interesante en el desarrollo de la acción y los personajes. Hay inteligencia narrativa y de dirección, hay sensibilidad, habrá que seguir los pasos de director y guionista (John Cameron Mitchell y David Lindsay-Abaire).Y a Nicole Kidman me gustaría seguir viéndola toda la vida en pantalla porque es una artista insólita (en personajes a su altura, eso sí).

¡Viva el cine!
cineartealma
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