Tiene un particular toque romántico, donde lo mágico y lo carnal van dando forma a esta pieza de arcilla argumental difícil de clasificar. Y es que el guion de Bruce Joel Rubin se atreve a meterse en varios barros de forma sorprendente. Hay drama y comedia, pero también thriller, así como referencias a lo sobrenatural y momentos de terror oscuro. En definitiva, una melodía encadenada de géneros que no desentona en líneas generales.

“Ghost. Más allá del amor” emociona cuando lo tiene que hacer, aunque se recree más de lo necesario en algún que otro momento.

Fue la película más taquillera de 1990, superando los 200 millones de dólares solo en EE.UU. Todo un logro, sin duda, para esta 'fantasmada' fílmica convertida a día de hoy en uno de los primeros clásicos de la última década del siglo pasado.

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