Aire fresco. Me ha gustado, me ha entretenido, me ha enternecido... ha cumplido y sobrepasado mis expectativas, que, tratándose Ryan Reynolds del protagonista, no eran muy altas. Fue Rachel Weisz la que me impulsó a ver esta película una fría tarde de domingo. Acerté.
Abigail es un prodigio de niña, por todos es sabido, pero es que no deja de sorprenderme con sus actuaciones. Sólo queda esperar que siga por el buen camino.
El argumento me ha parecido original, un poco más adulto del que nos tienen acostumbrados los americanos. Predecible, pero original y ameno.
Poco más tengo que decir de esta película, en la que reina el tópico de "amistad entre hombre y mujer, imposible".