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Voto de CourierNew12:
6
Comedia. Drama. Romance Mucho tiempo después de su curso de Erasmus en España, Xavier está casado y tiene dos hijos, pero aun así sigue encontrando la vida muy complicada. Cuando su mujer se traslada a Nueva York por razones de trabajo, incapaz de soportar la situación, decide seguirla con los niños. Tercera entrega de la saga que comenzó con "L'auberge spagnole" y "Las muñecas rusas". (FILMAFFINITY)
19 de mayo de 2014
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque en el género de la comedia no abundan las sagas, Cédric Klapisch remata (o no, quién sabe) con ‘Vida nueva en Nueva York’ su trilogía sobre los viajes físicos y existenciales de Xavier Rousseuau (Roman Duris), que iniciase en Barcelona con ‘L’auberge espagnol’ (‘Una casa de locos’, 2002) y siguiera en París y San Petersburgo en ‘Les poupées russes’ (‘Las muñecas rusas’, 2005).

Xavier es ahora un escritor consagrado, sobreviviendo en Nueva York y enfrascado en su nueva novela, paralela a su vida. Si en la primera entrega, la excusa era un Erasmus en Barcelona, y en la segunda una boda en San Petersburgo, aquí el motivo de Xavier para viajar es mucho más fuerte: su mujer, Wendy (de la que se enamoraba en el anterior film) le ha pedido la separación y se ha llevado a sus dos hijos con ella desde París a Nueva York. Xavier no dudará en seguirlos para estar junto a sus hijos, lo que le obligará a cumplir una especie de sueño americano obligado, incluso aunque deba moverse en los límites de la ley (de extranjería).

“La gente va del punto A al punto B. Yo voy en muchas direcciones”, nos dice al principio su voz en off. A pesar de una traducción solo imputable a cuestiones de marketing, el título original ('Casse-tete chinois', traducible como 'rompecabezas chino'), ya da una idea de la cuestión central de toda la trilogía: lo complicada que es la vida para Xavier, o al menos lo complicada que él la percibe, las tribulaciones de un tipo (y toda una generación) que ha llegado a la cuarentena pero no ha madurado, abrumada por la responsabilidad, que busca certezas en un mundo cada vez más inestable, cambiante y global.

Fragmentada y por momentos algo videoclipera (la música, esas infografías en pantalla muy en la línea actual que en mi opinión rompen el relato), no me cabe duda de que estamos ante un film moderadamente original, simpáticamente existencial y decididamente inspirador. Uno casi querría ser Xavier en su lucha por salir adelante en esa Nueva York de la que el film nos muestra su lado menos glamouroso.

Completan el rompecabezas el carisma de Romain Duris, y la simpática relación con las mujeres de su vida (Cecile De France, Kelly Reilly y Audrey Tautou), alguna solución humorística muy original (Xavier donando semen en el hospital, o hablando con el novio de su ex), y las interesantes reflexiones de la voz en offque enmarca el relato, e incluso del mismo Schopenhauer y su “teoría de los bordados”. Además, Klapisch demuestra cierta habilidad para ponernos al día aunque uno no haya visto las anteriores entregas.

Y el detalle: Xavier y Martine (Audrey Tautou) hablando español para salir de un apuro. Esta última se diría que con cierto acento sudamericano.
CourierNew12
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