Sí, quizás el título de mi crítica sea excesivo pero si me dieran 5 segundos para decidir cual es la mejor película de animación, seguramente diría ésta.

No soy un persona demasiado espiritual, no suelo hablar de sentimientos, ni de emociones cuando valoro una película, un libro o una canción pero para valorar El castillo Ambulante sí tendría que recurrir a estos conceptos pero como me chirría bastante leerme en tales términos no voy a hacerlo.

Hay películas que te pueden parecer verdaderas maravillas debido al estado anímico del momento en que las ves pero luego cuando las vuelves a ver un tiempo más tarde piensas: "pues no era para tanto".
Para mí con esta película, este no es el caso. Esta película me habla directamente, me cuenta cosas que, creo, que son íntimas, me transporta. La he visto 20 veces por lo menos y la disfruto cada vez que la veo. No puedo hacer una crítica objetiva con esta película.

La escena, al principio de la película, cuando Sophie es rescatada por Howl y suena la melodía de "Merry Go Round of Life" me desarma, me convierto en Sophie y vuelo y quedo totalmente desarmado para oponerme a nada y solo puedo, a partir de ese momento, mirar y sentir y ver y descubrir, quizás sin entender a veces lo que tengo delante pero sin importarme lo más mínimo porque lo que importa es estar ahí, formar parte de la historia o que la historia forme parte de mi.