Una de las series muy geniales que dió de que hablar es con la niñera.
Al principio sentí que era común y corriente la trama, pero con el pasar del tiempo había iniciativa gracias a la protagonista Fran Fine que fue vinculada casualmente como el trabajo de niñera en una casa de un viudo acaudalado productor de teatro Maxwell Shefield después de trabajar en una tienda de cosméticos cuyo novio que tenía era su jefe, y al terminarlo la reemplazó su nueva novia por lo que le tocaba rebuscarse como vendedora de puerta en puerta de la misma especialidad.
Su carácter es una mezcla entre lo extrovertido, hilarante, imprudente pero también experimentada frente a cada situación que sortea. Por ende, cuida a los tres hijos Maggie, Brighton y Graace que tienen complicadas personalidades pero les ayuda a ser ellos mismos y es buena tutora.
En esta comedia lo complementan, Chastity Claire Babcook que es la insufrible, alcohólica y ególatra compañera de negocios de Maxwell Sheefield que intenta conquistarlo sin éxito porque a Fran la ve como una piedra en el zapato, y a veces le toca unirse con la misma Fran para resolver retos y problemas. Y el fiel mayodormo Niles con el cual tiene estrechas y buenas relaciones con Fran y su jefe de siempre Maxwell Sheffield pero con Babcook le toca aguantarse sus insultos y socarronerías.
Historias cheveres y con giros interesantes, con diálogos sanos y sutiles rompiendo tabúes. Risas infaltables y que dejan un mensaje único: más que comedia es actitud y Fran Fine lo sabe utilizar muy bien.