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España España · Alicante
Voto de Pabloody:
9
Drama Suecia, mediados del siglo XIV. La Peste Negra asola Europa. Tras diez años de inútiles combates en las Cruzadas, el caballero sueco Antonius Blovk y su leal escudero regresan de Tierra Santa. Blovk es un hombre atormentado y lleno de dudas. En el camino se encuentra con la Muerte que lo reclama. Entonces él le propone jugar una partida de ajedrez, con la esperanza de obtener de Ella respuestas a las grandes cuestiones de la vida: la ... [+]
6 de julio de 2006
141 de 170 usuarios han encontrado esta crítica útil
La temática de esta película no puede ser más trascendente: la muerte, el miedo a esta, y la vida después de ella. A Bergman no le tiembla su pulso maestro a la hora de enfrentar a sus personajes cara a cara con la muerte, pero no de una manera superficial, como estamos acostumbrados en el cine. Aquí no hay personajes que mueren tras unos simples lloros más o menos dramáticos, aquí se trata la muerte como realidad inevitable y se cuestionan sus consecuencias posteriores: ¿el cielo? ¿el infierno? ¿la nada?.

Para colmo de genialidad, la película no está ambientada en una época de modernidad en la que estas cuestiones se planteen desde un punto de vista filosófico y sirvan de charla para intelectuales (como sucedía en otra obra maestra de Bergman, "Fresas Salvajes") sino que está ubicada en una Edad Media asolada por la peste negra, regida por la sinrazón y sumida en el caos.

A modo de hermoso envoltorio de su impresionante contenido, "El séptimo sello" está plagada de imágenes de arrolladora fuerza visual y significado, que componen una atmósfera absorbente, contrastando momentos espeluznantes con otros de gran serenidad y belleza.

Imposible sacarle defectos a esta auténtica joya, que cuenta con unos personajes maravillosamente bien trazados, tan humanos que los angustiosos latidos de sus corazones casi nos sacuden a nosotros también. Estos personajes son además reflejo de las diferentes maneras de afrontar la muerte: El miedo, que empuja a Antonius (inconmensurable Max Von Sydow) a encomendarse a un Dios que su razón le dicta que no existe, o la frialdad de un Jons (no menos genial Gunnar Bjornstrand) consciente de que le espera el vacío. En representación de una vida sin miedo a la muerte: María y José, dos maravillosos personajes surgidos de la esperanza que no necesitan decidir su destino en una partida de ajedrez.
Pabloody
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