Muchos la odiarán y con razón, pero pocas cosas pueden reprochársele a la nueva joya de Tim Burton. Un musical de Broadway transportado a su universo gótico y gamberro deudor del cine de terror con el que se crió de niño, con árboles retorcidos y personajes pálidos, en el que la historia es simple: hace la tira de años, un hombre fue encarcelado sin motivo y con ello perdió a su mujer y su hija a causa de un juez corrupto. Ahora, en la actualidad, quiere vengarse. ¿Cómo? Recuperando su trabajo de barbero y... bueno: cortando alguna yugular por el camino.

Toda la trama es muy simple, pero más que suficiente para que los personajes puedan ser totalmente definidos en las dos horas que dura la película: Depp está inmenso en el papel de Benjamin Barker/Sweeney Todd, Helena Bonham Carter eleva un personaje más complicado, el de una pastelera que ve en el trabajo de Todd la solución a sus problemas con los ‘ingredientes’, un barbero rival protagonizado por Borat, el Juez Turpin (magnífico Alan Rickman), etcétera. Cada uno tiene sus sueños y motivaciones, siendo especialmente curiosos los de Helena, coloridos y fantásticos sueños en los que un hundido y cabizbajo Todd sigue planeando su venganza final.

Todo esto podría parecer más que suficiente para mantener la tensión, pero Burton va un poco más allá. La historia mejora a cada nuevo elemento añadido a la trama, dándole solidez que se mantiene hasta un final quizá algo previsible, pero no por ello peor: sencillamente, todo queda atado. Las buenas intenciones se transforman en algo peor, y todo pega un giro drástico que hace cambiar los acontecimientos, finalizando con una bella -pero cruel- estampa final. Estamos hablando de Tim Burton y eso se nota desde el primer momento.

Por otra parte, hay que aclarar que casi toda la película es cantada. Es un musical adaptado al largometraje y se nota. Por suerte, los actores cumplen perfectamente con su papel y tienen la voz suficiente para que no se eche en falta ningún ingrediente para el éxito: Depp canta genial, Helena también, e incluso el señor Borat. Se nota bastante que los demás intérpretes -no populares- han sido elegidos vía casting a raíz de su voz, pero aún así todos están al nivel, sobretodo en algunos duetos sencillamente fantásticos como el de Rickman y Depp.

¿Qué más decir de Sweeney? Ah, sí, que no la vean los niños pequeños. Es muy violenta y muy retorcida, pero mucho además. Burton se vuelve a sumar un tanto y consigue otra pequeña joya en su filmografía. Sin estar al nivel de la que para mi es su mejor película (Eduardo Manostijeras), si que se coloca en el podio junto a grandes cintas como Big Fish o Ed Wood. Casi nada. Si no le tenéis tirria al musical, Sweeney Todd os encantará. Si no... casi seguro que también. Estáis avisados.