"¡Pero si usted es un modelo de cordura!... Por cierto, he planchado sus mallas y he guardado sus bombas de gas explosivo" -. Alfred, a Bruce Wayne/Batman.

La frase superior es sólo una de las muchas joyas que esconde el guión de la primera película animada de Batman, una cinta que mezcla fantásticamente elementos de varias temporadas de los cómics del murciélago de DC, sumado a una animación superior a la que tenía la, por aquel entonces, popular serie animada del personaje. Inicialmente pensada para el mercado del vídeo, al parecer se pospuso su producción para dotarla de una calidad acorde a las exigencias de una película con la idea de estrenarse en cines, y lo cierto es que se nota. "Batman: La Máscara del Fantasma" está especialmente cuidada en un elemento decisivo como es el guión, punto flojo del 90% de películas animadas de superhéroes.

Aquí se consigue dotar a Bruce Wayne de un perfil psicológico rico en detalles, y se nos muestran todas sus caras: su preocupación por el hecho de que le atribuyan acciones delictivas cometidas por varios villanos, sus relaciones amorosas conflictivas, la promesa que le hizo a sus padres, la peculiaridad de llevar una doble vida... El guión no se limita sólo a eso, sino que esconde además algunas escenas de acción realmente bien planteadas, la aparición del Joker, así como el regreso a Gotham de un ex-ligue de Bruce. La narración además no es lineal, contando con varios flashbacks genialmente empleados que dotan de un gran ritmo a la cinta.

La animación era (y es) fantástica, con algunas escenas realmente conseguidas, incluso algunas arriesgadas en las que hay "tiempo bala", las coreografías de las luchas, y especialmente los diseños de los personajes: el Joker de "Broma Asesina", Batman con su traje mítico -lejos de los de las películas de Burton/Nolan-, etcétera. Los escenarios son, también, sublimes, especialmente un parque de atracciones que observamos primero poblado por gente y posteriormente vacío, inhabitado, con el toque que sólo Joker puede impregnarle, convirtiéndolo en un lugar realmente bizarro.

Lástima que pese a todas las virtudes que tiene, "Batman: La Máscara del Fantasma" se antoje limitada en varios aspectos, siendo la escasa duración (76 min) uno de ellos, dejando no sólo con ganas de más, sino la impresión de que se han dejado muchísimas cosas en el tintero, o que han contado otras demasiado rápido para no excederse en la duración. De todas formas, totalmente recomendable para amantes de la animación y obligada, 100% obligada, para amantes del murciélago. Es la mejor cinta animada del mismo -pese a que yo prefiera Batman vs. Drácula por que soy fanboy de los vampiros-, y a nivel de guión en lo referente a la psicología de Bruce está al nivel de Batman Begins, de Nolan. Ahí es nada.