Lo cierto es que quizá pueda parecer un poco hipócrita que esté ahora aquí echando pestes de la última producción de Michael Bay, un mercenario que se dedica a hacer cine de evasión, sin ningún tipo de ambición artística, algo que nunca he considerado necesario en un blockbuster. El cine de verano, de entretenimiento, puede ser bueno o malo. El año pasado Christopher Nolan añadió otro valor a la lista: también está la posibilidad de que sea excepcional. Bay, que me convenció con su primera Transformers, una cinta que a pesar de no ser especialmente notable conseguía entretener como pocas. Además estaba realmente bien hecha, integrando complejos efectos digitales en un entorno real, y era capaz de convertir una anodina serie de televisión en un film de evasión de los que merecían la pena en pantalla grande.

Los planetas deben haberse alineado para que el muy capullo, ahora, se encargue de echar por tierra todo lo que consiguió el primer film. Transformers 2: La venganza de los caídos es peor de lo que puede parecer viendo el tráiler, es porno de gran presupuesto, un film realizado pésimamente, que prescinde de los personajes para enlazar escena sí y escena también a robots pegándose golpes en escenas en las que no se distingue absolutamente nada, ampliando el catálogo de máquinas para darles incluso menos minutos en pantalla, consiguiendo ofrecer dos villanos y que ninguno de los dos tenga más líneas de guión que otros personajes a priori menos importantes. Y entre esta orgía de polígonos y efectos de sonido, se nos intenta contar una lamentable historia en la que nada tiene sentido más allá de ver a Megan Fox luciendo palmito.

Bay enlaza secuencias lamentables con otras bochornosas, con un tramo final sencillamente patético, narrando una historia que no es digna de escribirse ni siquiera en papel higiénico. Lo peor no es esto. Lo más lamentable es que sus dos horas y media parecen durar el doble: no hay ritmo, no hay interés, salvo en una escena concreta que ni siquiera puede considerarse mérito suyo, pues no deja de ser un plagio -y malo- de Terminator 3 que, para variar, está lamentablemente justificado en una trama en la que nada, absolutamente nada, sucede de forma coherente. Transformers 2 es, en definitiva, una bazofia que se convierte, con facilidad, en uno de los bodrios más gordos de lo que va de año. Y con competencia como "Street Fighter La Leyenda", "Dragonball Evolution" o "Terminator Salvation", lo tenía difícil.