Campamento "El Buho", al norte de España. Unos jóvenes monitores de origen estadounidense, ensayan por los alrededores para conocer bien el terreno cuando acudan los chaveas. Summer Camp está dirigida por Alberto Marini y como productor tenemos a Jaume Balagueró, en un film que continúa con la pauta de películas como REC (2007) sobre la descontrolada y suma rabia que puede generar la infección de una enfermedad viral. Así comenzará una lucha de condiciones adversas para perdurar en este remoto lugar, con la sospecha permanente de quién será el siguiente en estallar de rábica ira. Esquemáticamente bien expuesta, Summer Camp consigue que soportemos la corta duración de la cinta de Marini, sin perder un ápice de su metraje y con ganas de ver como se resuelve la trágica historia que están viviendo. El argumento es previsible y se vé venir a muchísimo menos de una legua lo que va a suceder, los actores pueden causar más risa que el cometido esperado en el encargo de introducirnos en el cuerpo su manifiestamente miedo, pero el filme en su mínima función cumple los requisitos para pasar un rato sin disgustar a nuestros sentidos y eso le hace ganar puntos en mi personal juicio. Al parecer, se habló de otro film fallido que cortó la racha del buen cine de terror por nuestros lares, especificandolo de manido y repetitivo en sus detalles, del ocaso del cine español en irrumpir con fuerza en el mercado cinematográfico con grandes propuestas. No se debe condicionar al séptimo arte con depender de grandes producciones, como las típicas a encumbrar por todo lo alto en sus pedestales y considero con creces que este film es bueno dentro de su género fílmico.