Entretenida y adrenalínica película de artes marciales de la antigua china brindada por el polifacético Ang Lee. Sin duda, éste es su mejor largometraje, y una de las mejores interpretaciones del siempre genial Chow-Yun Fat, que más tarde nos impresionaría en "La Maldición de la Flor Dorada".

Lo que mola:
- Una película visualmente espectacular que, además, es inteligente, reflexiva, imprevisible y muy, muy divertida. Un notable muy alto.
- Las interpretaciones de Chow-Yun Fat (nadie diría que éste espadachín se convertiría en MutenRoshi en la infame "Dragonball Evolution"), Michelle Yeoh y la preciosa Ziyi Zhang, aunque esto no es nada en comparación con cuánto nos fascinará en "La Casa de las Dagas Voladoras".
- Las escenas de peleas, no importa con o sin armas, francamente estupendas. Destaca la pelea de la posada.
- Los "vuelos" de los personajes. Al principio yo pensé que sólo se habían de noche para ocultar cables y cosas así, pero a la luz del día son un orgasmo.
- Una perfecta recreación de las china medieval.
- Los vestuarios, brillantes en toda la película.

Lo que no mola:
- La simplona y poco cuidada dirección de Ang Lee (destaca la fotografía). Todo cuanto se ha expuesto ante la cámara merecía muchísimo más.
- Demasiados personajes secundarios (incluyendo el villano final) que, literalmente, fastidian la historia.
- El flashback del amor de la joven protagonista, al iguál que el personaje del novio, no me inspiran sino mero relleno.
- Que tire tanto de McGuffins. La Espada Celestial está ahí simplemente para que todos se peleen por ella por fetichismo (y coño con el ánimo de "divertirse" que tienen los cleptómanos), y a cada instante se nota más su falta de relevancia y mero interés. Hasta el peine de la chica es una excusa para mostrarnos su interesante suceso.

Conclusión: cine asiático-medieval de artes marciales muy digno de verse.