No decepciona. Funciona como entretenimiento, aunque su última media hora se hace un poco pesado, los 136 minutos de duración se vieron un poco excesivos. Probablemente su visionado sea exclusivo para incondicionales fanáticos de Marvel; en cambio si no lo eres estoy seguro que la olvidarás a penas leas los créditos finales.

El CGI estuvo presente en todo momento, desde el vestuario de Spiderman hasta la configuración del Lagarto villano, que por cierto fue horrible, parecía cualquier cosa menos un lagarto. Los efectos especiales donde el joven héroe se balanceaba por la ciudad con su famosa tela de arañas estuvo decente al menos, creíble. Por otro lado, el director de 500 days of Summer esta vez no se lució en las escenas románticas, pero a quien le importa, estoy seguro que el público espectador estaba ansioso de ver acción.