Obra maestra de temática neo-noir de perfecta fotografía a blanco y negro y personajes singulares que son todo menos lo que aparentan ser. Una mezcla de reivindicación y un secreto asqueroso cargada de malas intenciones. Poesía pura, de inicio a fin, sin necesidad de romanticismo pero con un guion tan crudo y demoledor.

Apoteósica escena de inicio, tan espectacular como confusa y desconcertante, donde se nos introduce a la personaje principal, una bella mujer dedicada a la prostitución, que posteriormente decide olvidarse de su pasado y comenzar de nuevo, sin saber que ella no era la única que estaba podrida, si no toda la sociedad completa, principalmente las personas más queridas y respetadas.

El elenco brilló de inicio a fin, especialmente, Constance Towers (Kelly) espectacular en su rol protagonista, tan bella como decidida; Anthony Eisley (Griff) genial en su papel de policía incrédulo y Michael Dante (Grant) temible como encantador.