Steven Spielberg logra que una película aparentemente aburrida y apacible se convierta en una terrorífica experiencia casi religiosa y es que el comienzo de la película es muy engañoso para tremendo final. No me sorprendería que luego del estreno de la película la reacción de la gente de los años 75 cambió con respecto al mar y es probable que muchos abandonaron la idea de volver a pasar un día de verano en la playa por un buen tiempo.

Pero tampoco hay que ser mezquinos, aparte de la dirección que estuvo fabulosa, hay que mencionar otros aspectos sobresalientes como el guion que fue sólido de principio a fin, de menos a más, con grandes dosis de intriga y buen ritmo. Eso sí, no solo la figura colosal del tiburón daba miedo, la banda sonora creó un perfecto clima de infierno, especialmente la canción Main Title (Theme From Jaws) que estoy seguro es lo más inolvidable de aquella película.