Es imposible no compararla con Troya y es innegable decir que es inferior. La larga duración de 173 minutos a mi parecer no fue exagerado, pero las escenas de acción dejaron mucho que desear, no solo las coreografías sino también las estrategias militares y los líderes de los pueblos conquistados, Oliver Stone solo se empecinó en mostrarnos la grandeza del protagonista, pero no de sus rivales. Las narraciones de Anthony Hopkins fueron entretenidas y más aún el desarrollo del personaje principal protagonizado por un Colin Farrell de cabello rubio. El resto del elenco también estuvo a la altura, especialmente Angelina Jolie como una de las peores madres de la historia del cine y Rory McCann, quien años después iba a ser el popular The Hound de Game of Thrones, aquí como Crateros, uno de los últimos sobrevivientes de aquella larga e inexorable serie de conquistas y fiel aliado del rey de Alejandria. Como verán no es una obra maestra pero de hecho tiene los méritos suficientes para ser considerada más que una buena película.