Es una de esas películas que como te eches una cabezada te pierdes, porque todo pasa a pasos agigantados y rápidos.

Ni un minuto de relajación, desde el minuto uno hasta el final.

A destacar, la violencia que tiene el largo, desde luego que no se guarda ninguna carta en ese aspecto, los personajes secundarios (Karel Roden sobre todo) y la adrenalínica trama que desde el minuto 1 no te deja.

Quizás lo menos destacable sería el personaje de Chazz Palminteri (parece un personaje hecho a medida para una aparición pequeña por su parte) y la expresividad de Walker.

Coño, si hay hasta elementos ochenteros como esa escena de sexo gratuito.

Y la cosa funciona. Siendo sinceros, es una película entretenidísima, que da todo lo que tiene. No tiene escenas sobrantes, los tiroteos son interesantes y la trama deriva por derroteros notables (véase el FASCINANTE fragmento de una pareja repulsiva) que le dan al filme alas.

Es un filme muy desconocido pero harto notable. Lo digo en serio.

Incluso la parte final es interesante. Es una pena que Wayne Kramer no haya tenido más opciones de hacer su cine. Es un tipo con un estilo peculiar cuanto menos.