Me pilló en una época curiosa en la que de casualidad estaba parado, venía de trabajar en oficinas y demás. Así que puede ser que le tenga al filme un cariño especial en el ámbito personal.

Pero es que en las futuras revisiones me gusta aún más. En Idiocracia, Judge tira más a lo fácil y en Extract no hay por dónde cogerlo, pero aquí...el tipo lo clava.

1) Nuestro protagonista lo tiene TODO a priori para ser feliz. Una pareja, un trabajo, una casa, etc. Y sin embargo es infeliz. El hecho de haber sido capaz de vivir la vida que socialmente está bien concebida le provoca estupor. Es un American Beauty a la comedia. Se pasa el día pensando en que odia su empleo, a su jefe y que su novia le engaña.

2) HAY UNA CONSTANTE QUE A DÍA DE HOY SE CUMPLE MÁS QUE NUNCA. La facilidad con la que vemos soluciones a los problemas de otros y lo que NOS CUESTA ver soluciones a nuestros propios problemas. Esto queda patente en dos maravillosas escenas. Una es la introducción de Michael Bolton y Ajay Naidu (nadie sabe mi nombre VS todo el mundo sabe mi nombre por un famoso) y la primera escena de Peter con su vecino.

-¿Qué harías con un millón de dólares?

-Me lo haría con dos tías a la vez.

-Eso puedes hacerlo sin un millón de dolarés.

-No con las tías con las que quería hacérmelo. A las chatis les gusta el dinero.

-Bien visto.

-¿Y tú?

-Yo no trabajaría.

-Eso puedes hacerlo sin un millón de dolarés.

3) La maquinaria. La lucha del individuo contra esta. La impresora que falla, los nuevos métodos de encuadernación, etc.

4) La estrategia de las pymes. Uno acaba teniendo veinte jefes para una compañía de veinticinco personas. Al final no sabe a quién recurrir y todos tienen algo negativo que decir del trabajador.

5) Varias ESCENAS que son sobresalientes. Véanse el Damn It Feels good to be a Gangster, las escenas del supuesto robo del año, la escena del cumpleaños (LAS VOCES CANTANDO completamente desinteresadas), los sueños de Peter con su jefe y Aniston y la ya mil veces mencionada escena de la impresora en el descampado.

6) Ciertos detalles como la escena de Orlando Jones o el inicio subiendo la ventanilla del coche.

7) Una banda sonora inusual y acertada.

8) Personajes secundarios curiosísimos. El jefe cabrón pero pasivo (Gary Cole está brillante), el interés romántico que anima a Peter a ser quién es, Milton (que para mí sorpresa tiene el metraje perfecto, pues a un servidor tampoco le parece el elemento cómico maestro) y sobre todo el constante PELMAZO profeta del pasado, que sólo tiene entre ceja y ceja la palabra DESPIDO. Y cuya mejor escena está en una fiesta que organiza. Por no hablar de los dos Bobs, buen rollistas, que no dejan de actuar como meros títeres y que al intentar el buenismo bien consiguen el efecto contrario.

Las escenas hilarantes se cuentan a PARES. Incluso los pequeños detalles (Peter jugando al tetris mientras su jefe le habla) a un servidor le parecen COJONUDAS.

Y es que es un filme REDONDO. Una comedia brillante que a uno le consigue arrancar una sonrisa.

Una de esas rarezas que supongo que dependiendo de la persona gustará muchísimo o dejará perplejo y muy insatisfecho.

Eso sí, el retrato de la oficina es SOBRESALIENTE. Guste o no ahí no se puede reprochar nada al filme.