Es una película interesante y viendo el estilo de la mayoría de películas que se hacen del mercado y demás...es interesante.

Es más crítica (si bien es cierto que un servidor también considera algo ¨ensalzado¨ ese mundo tan criticado), unas actuaciones notables de Douglas y Sheen y una acertada relación entre los personajes de Martin Sheen y Charlie Sheen.

Cosas buenas hay unas cuántas (sobre todo teniendo en cuenta lo demencial que era la secuela).

Pero por otro lado, también considero que hay cosas que se quedan a medias. Está claro que el punto débil es el interés romántico, totalmente forzado, que no aporta ABSOLUTAMENTE nada y que además está interpretado bastante mediocremente por Daryl Hannah. Uno no entiende que le anima a estar con Sheen, ni que siente, ni que le hace amiga de Gekko, ni nada.

Y esto hace que haya un par de escenas que se podrían haber excluido (y ya no quiero no pensar en la cantidad de metraje que tenía Sean Young, como la mujer de Gekko).

Por otro lado, la transición del éxito de Charlie Sheen es la clásica sucesión de escenas y en un par de escenas. Es cuánto menos decepcionante, pues a la hora de explicar su caída a los infiernos o explicar las complicaciones que tiene Fox, al principio, Stone no duda en añadir buenos diálogos y unas cuántas escenas que HUMANIZAN LAS RELACIONES.

Y todo ello con una recreación notable de Wall Street.

Tiene mucho, pero uno no puede evitar tener la sensación de que con un par de cambios habría una película notabilísima.

Eso sí, los diálogos son LA CUMBRE de la cinta. Especialmente con Gekko.

Ahí el filme es un caballo ganador.