De vez en cuando uno se encuentra con una película rara, la cuál en múltiples ocasiones sería probable que detestase o que le pareciese una tomadura de pelo, pero que por razones que a veces uno no sabe, no le ocurre con la obra en sí.

Matador puede que sea para mí una de ese tipo de obras. Trama TREMENDAMENTE sencilla, personajes que no son nada del otro jueves, aunque Brosnan, Kinnear y Davis están de notable alto. Y un dilema moral que aparentemente tampoco envuelve una dramática como para que el filme dure lo que dura.

Pero COÑO...no está mal. O al menos un servidor puede aguantarla sin mirar el reloj. No es que me maraville pero para ser lo que es y teniendo una estructura casi teatral (al que un servidor es alérgico) pues me doy con un canto en los dientes.

Y todo ello con un estilo narrativo que se arriesga a tirar por la borda todo el firme a la hora de dividir la historia.

Pero sale bien, aprobado justo y un filme para ver si aparece en televisión.

PS: Una de las mejores escenas sobre la soledad del sicario, ese Pierce Brosnan bebiendo y fumando solo en su habitacion con un gorro mejicano mientras Xavier Cugat está por la televisión.