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Serie de TV. Drama. Intriga
Serie de TV (1998-2000). 3 temporadas. 469 episodios. Cuenta la historia de dos mundos opuestos, dos familias de diferente clase social que han coincidido a lo largo del siglo en diferentes circunstancias. La trama transcurre en dos direcciones paralelas que tienen importantes puntos de contacto. Por un lado el porvenir de la rica familia Aymerich, que gira alrededor de su empresa, ALA Transportes; y también la familia Pedrós, de clase ... [+]
20 de mayo de 2010
13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
TV3 se ha caracterizado desde siempre por la emisión de culebrones de cosecha propia, lejos de recurrir a importaciones y emitiendo productos "de la tierra". La odisea "culebronera" catalana empezó con la mítica Poble Nou, que si bien a día de hoy no ha logrado envejecer bien, sigue conservando el carisma de sus protagonistas y aunque no lo parezca, la innovación que supuso en la época en la que se emitió.
Y a partir de aquí, todo es historia. Supongo que la edad de oro del culebrón catalán llegó con la trágica Nissaga de Poder, serie considerada por muchos (entre los que no me incluyo) lo mejor que ha pasado por TV3 (superando obviamente a El Cor de la Ciutat, culebrón que terminó requemadísimo y que duró una eternidad, 10 años para ser exactos, en los que la ficción desapareció por completo para dar lugar a un aburrido costumbrismo).
Pero entre Nissaga de Poder y El Cor de la Ciutat se emitió una de las series más rocambolescas y sádicas de la historia de TV3. De bajo presupuesto, estrenada el día siguiente del final de su predecesora y ofreciendo un planteamiento totalmente nuevo. Muchos no apostaban demasiado por ella, sobre todo por el éxito de Nissaga, pero Laberint d'Ombres se destapó como un adictivo thriller en el cual el punto de partida era la situación de dos familias totalmente opuestas de Sabadell (Barcelona).
Desde el episodio piloto, cada final conseguía dejar intrigado al espectador y tenerlo pegado a la pantalla la tarde siguiente. El misterio era uno de los ingredientes más atractivos de la serie, que se compaginaba con un costumbrismo bastante crudo. Las diferencias entre ambas familias, una de clase alta y otra de clase media, se reflejaban incluso en los escenarios y los personajes secundarios/terciarios. Mientras el entorno de los Pedrós, la familia de clase media, era un modesto piso, un bar regentado por un tipo bastante rastrero, un taller mecánico... Y en el caso de los Aymerich (efectivamente, la familia de clase alta), los personajes se movían por lugares como una empresa repleta de millonetis, una enorme casa en las afueras...
A medida que las tramas avanzaban, los personajes empezaron a ir de un lado a otro, algo que a la larga acabó desgastando tanto las tramas como los mismos personajes, muchos de los cuales acabaron desdibujados y faltos de su carisma inicial.
Pero dejando esto de lado, que ocurrió ya muy avanzada la serie y con la mitad de los protagonistas desaparecidos, Laberint d'Ombres consiguió ponernos los pelos de punta a todos con unos giros argumentales inesperados e inimaginables.
(sigo en "spoiler" por falta de espacio, no desvelo nada)
Y a partir de aquí, todo es historia. Supongo que la edad de oro del culebrón catalán llegó con la trágica Nissaga de Poder, serie considerada por muchos (entre los que no me incluyo) lo mejor que ha pasado por TV3 (superando obviamente a El Cor de la Ciutat, culebrón que terminó requemadísimo y que duró una eternidad, 10 años para ser exactos, en los que la ficción desapareció por completo para dar lugar a un aburrido costumbrismo).
Pero entre Nissaga de Poder y El Cor de la Ciutat se emitió una de las series más rocambolescas y sádicas de la historia de TV3. De bajo presupuesto, estrenada el día siguiente del final de su predecesora y ofreciendo un planteamiento totalmente nuevo. Muchos no apostaban demasiado por ella, sobre todo por el éxito de Nissaga, pero Laberint d'Ombres se destapó como un adictivo thriller en el cual el punto de partida era la situación de dos familias totalmente opuestas de Sabadell (Barcelona).
Desde el episodio piloto, cada final conseguía dejar intrigado al espectador y tenerlo pegado a la pantalla la tarde siguiente. El misterio era uno de los ingredientes más atractivos de la serie, que se compaginaba con un costumbrismo bastante crudo. Las diferencias entre ambas familias, una de clase alta y otra de clase media, se reflejaban incluso en los escenarios y los personajes secundarios/terciarios. Mientras el entorno de los Pedrós, la familia de clase media, era un modesto piso, un bar regentado por un tipo bastante rastrero, un taller mecánico... Y en el caso de los Aymerich (efectivamente, la familia de clase alta), los personajes se movían por lugares como una empresa repleta de millonetis, una enorme casa en las afueras...
A medida que las tramas avanzaban, los personajes empezaron a ir de un lado a otro, algo que a la larga acabó desgastando tanto las tramas como los mismos personajes, muchos de los cuales acabaron desdibujados y faltos de su carisma inicial.
Pero dejando esto de lado, que ocurrió ya muy avanzada la serie y con la mitad de los protagonistas desaparecidos, Laberint d'Ombres consiguió ponernos los pelos de punta a todos con unos giros argumentales inesperados e inimaginables.
(sigo en "spoiler" por falta de espacio, no desvelo nada)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La serie se emitió hasta ayer en el canal 300, pero sigue disponible en el servicio a la carta de TV3. De los 469 episodios que la forman, quizá los primeros (como mucho) 200 son los que valen realmente la pena. De hecho, originalmente la serie tenía una duración prevista de 130 capítulos, aunque estaba sujeta a cambios en función de la audiencia.
En mi opinión, alargarla tanto fue un error, y el bajón de calidad es evidente si se ha estado siguiendo desde el principio. La parte thriller quedó diluida y un costumbrismo bastante plomizo tomó el protagonismo. Ya no había ni misterio, ni asesinatos, ni antagonista.
El halo oscuro que la había caracterizado durante los primeros 200 episodios se había disipado, y la serie perdió gran parte de su atractivo.
En resumen, Laberint d'ombres fue una serie que empezó a lo grande, y que fue tomando forma a un ritmo trepidante y adictivo. Y todo bajo un argumento y un género nunca visto en una serie catalana. De hecho, estoy convencido de que si esta serie la reversionaran en Hollywood, seria un éxito a nivel mundial, pero siempre tendrá que cargar con el peso de ser una serie catalana y de haber sido alargada innecesariamente, haciendo que perdiera todo su atractivo.
Recomendada a todos los que puedan y quieran disfrutar de ella (sea por cuestiones de idioma y/o tiempo), ¡es toda una experiencia!
En mi opinión, alargarla tanto fue un error, y el bajón de calidad es evidente si se ha estado siguiendo desde el principio. La parte thriller quedó diluida y un costumbrismo bastante plomizo tomó el protagonismo. Ya no había ni misterio, ni asesinatos, ni antagonista.
El halo oscuro que la había caracterizado durante los primeros 200 episodios se había disipado, y la serie perdió gran parte de su atractivo.
En resumen, Laberint d'ombres fue una serie que empezó a lo grande, y que fue tomando forma a un ritmo trepidante y adictivo. Y todo bajo un argumento y un género nunca visto en una serie catalana. De hecho, estoy convencido de que si esta serie la reversionaran en Hollywood, seria un éxito a nivel mundial, pero siempre tendrá que cargar con el peso de ser una serie catalana y de haber sido alargada innecesariamente, haciendo que perdiera todo su atractivo.
Recomendada a todos los que puedan y quieran disfrutar de ella (sea por cuestiones de idioma y/o tiempo), ¡es toda una experiencia!