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España España · Valencia
Voto de sbarres:
10
Romance. Drama Adèle (Adèle Exarchopoulos) tiene quince años y sabe que lo normal es salir con chicos, pero tiene dudas sobre su sexualidad. Una noche conoce y se enamora inesperadamente de Emma (Léa Seydoux), una joven con el pelo azul. La atracción que despierta en ella una mujer que le muestra el camino del deseo y la madurez, hará que Adèle tenga que sufrir los juicios y prejuicios de familiares y amigos. Adaptación de la novela gráfica "Blue", de Julie Maroh. (FILMAFFINITY) [+]
14 de diciembre de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adele, su piel, sus labios trasformándose en sonrisa, su nariz, su forma de comer; casi sin modales, su cara manchada de tomate, su moño desecho, su cara al dormir, Adele... El director permite recorrerla y conocerla como a uno mismo, como al cuerpo del ser amado, como posteriormente ella hará junto a Emma, es verdad que son las escenas de sexo mas explicitas que se hayan visto, pero el director les quita todo el sentido pornográfico y las convierte en arte, en poesía, en un algo tan intenso, tan supremo, tan elevado que duele, duele la entrega absoluta, la rendición, ser el otro, la pasión apretando el cuerpo del otro buscando que la realidad física de los dos cuerpos se compenetre con sus almas fusionadas. (Si quisiera mostrarles a unos adolescentes lo que es realmente el sexo y al amor fusionados, lo lejos que esta la pornografía de una entrega absoluta, les mostraría estos diez minutos)

Adele es una joven perdida, con un aire melancólico buscando un sitio al cual pertenecer, en el cual sentirse plena y lo encuentra en Emma, en Emma y sus clases con los niños, y aunque toda la película es Adele, toda ella es Adele, Emma nos complementa, como a la misma protagonista, su sonrisa de lado, su pose, su mirada penetrante y uno ve acercarse sin poder evitarlo el desenlace como el fin del precipicio y a partir de ahí la película es bellamente dolorosa, desgarradora, demoledora, es belleza, es poesía.
La escena de la cafetería merece mención aparte, sinónimo de perfección, de momento congelado para el recuerdo de la historia del cine.

Es, como aseguran muchos críticos, la historia de amor mas bella y mejor contada y no tiene nada que ver que ambas sean mujeres, el director deja de lado la diferencia y muestra que fuera de etiquetas, el amor puede ser eterno aunque sea perecedero.
sbarres
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