El trailer ya nos lo advertía, pero sigo tozudo en mi fiel seguimiento a las sagas, aunque estas me acaben decepcionando como Jungla de Cristal 5. Viernes 19.15 de la tarde 44 años a mis espaldas y la suerte de poder ver con una sobrada experiencia la tercera entrega de una de mis películas favoritas.
Después de un gran inicio y de un par de sorpresas, el guión cae por si mismo, los chistes ( o pequeños chascarrillos), desaparecen de la pantalla y cuando lo hacen perdieron su gracia en los clubes de monólogos de los Angeles.
Sigo esperanzado, pero no sirve de nada, las escenas de acción son gratuitas, baratas y no le llegan a la suela del zapato al dios Michael Bay.
Aparecen helicópteros de la nada, persecuciones absurdas y lugares llenos de armas, como aquel que se encuentra una billetera en plena calle llena de billetes de 200€.
Lo peor la falta de conexión de los dos protagonistas, quieren pero no pueden.
Ni tan solo se han dignado a jugar con el aumento de peso de Martin Lawrence. Y seguid abajo porque no tiene desperdicio.......