Media votos
6,4
Votos
2.573
Críticas
23
Listas
4
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de Silvio de Arabia:
7
6,0
168
Drama
El oficial Bull Meechum (Robert Duvall) es un piloto del ejército norteamericano y ex-combatiente de Vietnam, apodado "Gran Santini". Implacable y déspota, trata a su familia con el mismo rigor y dureza que emplea con sus escuadrones. Es un "guerrero sin guerra", en continua pugna con su hijo Ben, quien no sólo desafía la tiranía de su padre, sino que como buen adolescente, se rebela contra él. (FILMAFFINITY)
2 de junio de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me sorprende que esta película aún no tenga ninguna crítica (2/6/19), puesto que siempre la he considerado un clásico; como si fuese algo muy natural, incrustado en el saber cultural popular. La vi hace ya algunos años, pero apenas la recordaba como para formar una crítica sólida o puntuarla. (Apenas recuerdo ya 'El sargento de hierro', por cierto, otra obra donde también podríamos calzar la frase que Duvall dice en la barra a un amigo).
En este segundo visionado —que casi ha sido un primero— considero que podrían mejorarse algunas interacciones entre personajes, algunas escenas, algunas interpretaciones. Pero, aún así, tiene momentos buenos y el guion es inteligente y prudente. No se obliga a sus personajes a justificarse (cosa que sería tremendamente fácil en una película como esta). Es como mirar al interior de una casa. Ves a sus habitantes cuando están cerca de la ventana, pero no los ves a través de las paredes (y tampoco lo necesitas, pues no estamos hablando de la sofisticación inglesa de El Sirviente, por ejemplo).
Es una historia sencilla con personajes complejos. Los personajes que más aristas presentan son el padre y el hijo mayor, en torno a los cuales se articula el filme y los conflictos. Son los auténticos protagonistas, en tanto que conforman figuras freudianas arquetípicas (confrontación hijo-padre). Es pura Psicología del Desarrollo. Conocemos esta historia de sobra: el soldado de 'American Beauty', el chico que acaba malamente en 'El club de los poetas muertos'... Esta historia es una más, pero con Robert Duvall en un papel que, salvo en 'Apocalyse Now' (militar neurótico), puede que no estemos muy acostumbrados a ver. Y lo hace bien. Como siempre. Y eso basta.
En este segundo visionado —que casi ha sido un primero— considero que podrían mejorarse algunas interacciones entre personajes, algunas escenas, algunas interpretaciones. Pero, aún así, tiene momentos buenos y el guion es inteligente y prudente. No se obliga a sus personajes a justificarse (cosa que sería tremendamente fácil en una película como esta). Es como mirar al interior de una casa. Ves a sus habitantes cuando están cerca de la ventana, pero no los ves a través de las paredes (y tampoco lo necesitas, pues no estamos hablando de la sofisticación inglesa de El Sirviente, por ejemplo).
Es una historia sencilla con personajes complejos. Los personajes que más aristas presentan son el padre y el hijo mayor, en torno a los cuales se articula el filme y los conflictos. Son los auténticos protagonistas, en tanto que conforman figuras freudianas arquetípicas (confrontación hijo-padre). Es pura Psicología del Desarrollo. Conocemos esta historia de sobra: el soldado de 'American Beauty', el chico que acaba malamente en 'El club de los poetas muertos'... Esta historia es una más, pero con Robert Duvall en un papel que, salvo en 'Apocalyse Now' (militar neurótico), puede que no estemos muy acostumbrados a ver. Y lo hace bien. Como siempre. Y eso basta.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Con la referencia a El Sirviente me refería a que esta película no guarda tanto artificio detrás. No es compleja ni presenta capas. Santini es un militar sádico, juerguista, disciplinado, abusivo... Pero también es un padre que se preocupa por su familia (por eso no quiere que su hijo ayude a su amigo negro y entre en problemas que puedan escapar de su control para protegerlo). Y también es un hombre traumado. Esto lo vemos cuando divaga solo, estando borracho, bajo un árbol. Repite constantemente: «Defensa..., defensa...». Parece como si la vida le hubiese forzado siempre a estar firme; esa mentalidad antigua de «los hombres no lloran» y todas esas historias que cargan de complejos e inseguridades a la gente.
Por otro lado, el hijo —chico «mimado» por su madre—, como dice Santini en un par de ocasiones, presenta un gran conflicto interior: primero, por su situación de hipoteca (su padre tiene planificada toda su vida) y, segundo, por la represión de su naturaleza sexual. La comunicación con su padre es nula o casi imposible.
La sexualidad también está presente en la película a través de su ausencia, en el caso del personaje de Duvall. Aunque pudiera parecer lo contrario, el Gran Santini prefiere la guerra y la priva y desatiende los deberes conyugales ¿Por qué?, ¿Producto de esos traumas de los que hablábamos arriba?
Lo que quiero decir: no se resuelven todos los conflictos —ni hace falta. Ello da madurez al guion y hace orgánicos a los personajes. Pero no esperemos encontrarnos una complejidad al estilo de 'La gata sobre el tejado de zinc' o 'Como en un espejo', en cuanto a relaciones paternofiliales, naturaleza sexual o deseos ocultos. Es algo más simple, pero no por ello más tosca.
P.S. La banda sonora..., regular, por momentos.
Por otro lado, el hijo —chico «mimado» por su madre—, como dice Santini en un par de ocasiones, presenta un gran conflicto interior: primero, por su situación de hipoteca (su padre tiene planificada toda su vida) y, segundo, por la represión de su naturaleza sexual. La comunicación con su padre es nula o casi imposible.
La sexualidad también está presente en la película a través de su ausencia, en el caso del personaje de Duvall. Aunque pudiera parecer lo contrario, el Gran Santini prefiere la guerra y la priva y desatiende los deberes conyugales ¿Por qué?, ¿Producto de esos traumas de los que hablábamos arriba?
Lo que quiero decir: no se resuelven todos los conflictos —ni hace falta. Ello da madurez al guion y hace orgánicos a los personajes. Pero no esperemos encontrarnos una complejidad al estilo de 'La gata sobre el tejado de zinc' o 'Como en un espejo', en cuanto a relaciones paternofiliales, naturaleza sexual o deseos ocultos. Es algo más simple, pero no por ello más tosca.
P.S. La banda sonora..., regular, por momentos.