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Voto de Cenizales:
8
6,9
17.004
Drama
Polonia, 1960. Anna (Agata Trzebuchowska), una novicia huérfana que está a punto de hacerse monja, descubre que tiene un pariente vivo: una hermana de su madre que no quiso hacerse cargo de ella de niña. La madre superiora obliga a Anna a visitarla antes de tomar los hábitos. La tía, una juez desencantada y alcohólica, cuenta a su sobrina que su verdadero nombre es Ida Lebenstein, que es judía y que el trágico destino de su familia se ... [+]
16 de abril de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el plano formal, una obra maestra a todas luces. Ocioso reiterar sus calidades visuales, la limpidez y transparencia del relato, la depuración estilística, la "economía" de todo el film. Y también sería ocioso referirse a la excelencia de las interpretaciones (salvo si a uno le gusta poco la sobriedad gestual).
Pero la película es un vaso de tristeza sin mezcla, sin una gota de humor ni de alegría. Por eso entiendo a quienes la tildan de un pelín monótona y hasta mortecina.
Y, en ese sentido, como película religiosa y católica, que lo es incuestionablemente, acaso no va a a figurar en ninguna antología de este género de cine. [Sigo en "spoiler"]
Pero la película es un vaso de tristeza sin mezcla, sin una gota de humor ni de alegría. Por eso entiendo a quienes la tildan de un pelín monótona y hasta mortecina.
Y, en ese sentido, como película religiosa y católica, que lo es incuestionablemente, acaso no va a a figurar en ninguna antología de este género de cine. [Sigo en "spoiler"]
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Antes de decidir su regreso final al convento, la novicia mantiene un brevísimo diálogo, todavía en el lecho de amor, con el saxofonista con quien acaba de enrollarse, y simplemente con un reiterado "¿Y después?" a las propuestas del chico de gozar juntos de los pequeños placeres de una vida de artistas humildes, le da a entender que nada pueda ya atraerla a este mundo terreno. Sólo la reclusión en el convento y la espera de la otra vida. Pero quizá hubiera convenido alguna pincelada que nos hiciera ver que esa vida monjil no era tan sombría, no era otra forma de suicidarse...