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Voto de El Cuentapelis:
5
Comedia. Western Albert, un granjero cobarde, se echa atrás en un duelo pistolero, motivo por el cual su novia decide abandonarlo por otro hombre. Sin embargo, un día llega a la ciudad una hermosa mujer de quien se enamora y que lo ayudará a descubrir su coraje, valentía que será puesta a prueba puesto que esta mujer arrastra un marido prófugo que reclama venganza. (FILMAFFINITY)
8 de julio de 2014
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Seth McFarlane nos tiene acostumbrados a la excelencia dentro del mundo irreverente y atrevido que ha construido. Con “Padre de Familia” y “Padre Made in USA” nos descubrió un camino políticamente incorrecto donde el límite lo sitúa muy lejos de lo convencional, convirtiendo en comedia cualquier situación y llegando a ser bastante despiadado en ocasiones.
Un tiempo después, el universo McFarlane se trasladó a la gran pantalla y tomó la forma de una película llamada “TED”. Un film protagonizado por un oso de peluche mal hablado y mal educado, que contiene los elementos esenciales y transgresores que definen las formas del guionista, actualmente, mejor pagado de Hollywood.
Todos estos jugosos precedentes desataron en mi interior una, posiblemente, exagerada ilusión ante el estreno de la segunda incursión de Seth McFarlane en el cine. Aseguré que ésta película sería la comedia del año y, por desgracia, me equivoqué.
“Mil maneras de morder el polvo” es una parodia del western americano, que intenta emular a la magnífica “Sillas de montar calientes” de Mel Brooks, pero con un guión muy flojo y una formula errónea.
La primera parte del film deambula entre una serie de gags groseros sin gracia y unos monólogos que nos intentan convencer de que el Oeste americano es una basura. Afortunadamente, la aparición de Charlize Theron trae un aire fresco a la película y al argumento. Desde ese momento, la historia se centra en la relación de amistad de los protagonistas y se utiliza “el chiste” para acompañar y no como elemento principal. Todo un descanso para una mente que se frustra intentando encontrar la gracia de algo que no la tiene.
Seth McFarlane demuestra su inteligencia rodeándose de secundarios de lujo como Liam Neeson, Giovanni Ribisi, Amanda Seyfried o Sarah Silverman, tratando de esconder sus grandes limitaciones de actor. Ni sus aptitudes interpretativas ni su presencia son capaces de llevar el peso de una película de éste tipo. Se desenvuelve mejor detrás de un personaje irreal como puede ser el oso Ted o Stewie Griffin (“Padre de familia”).
“Mil maneras de morder el polvo” es, en definitiva, una película contenida en su transgresión pero excesiva en su grosería. Contiene algún momento muy gracioso, pero muchos carentes de ello. Y es más divertida cuantos menos gags hay.
El Cuentapelis
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