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Voto de Alejandro Martínez Pradeda:
3
Comedia En un colegio de Montreal, un joven estudiante llamado Léon Bronstein (Jay Baruchel) quiere emular al líder soviético de la revolución rusa. Después de ser despedido de la fábrica de su padre por emprender el chico una huelga de hambre, Léon es castigado por su padre a educarse en un escuela pública. Pero el joven no se amedrenta y, convencido de ser la reencarnación de Trotsky, intenta reproducir en la escuela la revolución socialista. ... [+]
31 de diciembre de 2013
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un joven estudiante llamado Léon Bronstein cree ser la reencarnación de Leon Trotsky, pretendiendo emular su vida, comenzando por reivindicar la creación de un sindicato estudiantil en el instituto público al que su padre le ha enviado como castigo.
Si bien a primera vista me parecía The Trotsky una idea original, introduciéndose nada menos que en el mundo estudiantil con tintes políticos (aunque no más allá de una problemática concreta de un centro); con forme avanzaba la cinta, la historia se desplazaba de manera vertiginosa hacia el cajón de los tópicos y de las historias de adolescentes que nada entienden sobre los adolescentes. La película, a mi parecer, está marcada por dos aspectos negativos:

El ritmo que arrastra la cinta me resultó demasiado forzado, los sucesos se suceden de manera irrealista totalmente, arrastrándose hasta llegar a puntos exagerados que se acercan a películas americanas de sábado por la tarde. Aunque quede en abstracto, luego en el spoiler daré detalles concretos.

El contenido en sí mismo refleja una falta total de comprensión de la realidad estudiantil y juvenil, además de que las ideas revolucionarias de este chico son bastante extrañas. Aunque yo no sea canadiense, sé reconocer el topicazo en cuanto lo veo, y realmente en algunos fragmentos me he visto en un capítulo de Lizzie McGuire. Señalar también que el hecho de que sea de humor me crea una confusión tremenda, pasando de momentos en los que se ríen de nuestro protagonista (aunque no todo lo que deberían, a veces daauténtica vergüenza ajena) a momentos en los que parece ser un verdadero """"líder""""".

Está claro que es una película, y que transmite una idea; y esta idea es más fácil transmitirla mediante estereotipos y sin cuidar lo ritmos, pero a mí no llega eso, esa no es mi realidad, la realidad estudiantil. No me sirve un mensaje positivo si no tiene una base real...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Alejandro Martínez Pradeda
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