Haz click aquí para copiar la URL
España España · Pamplona
Voto de Asier Gil:
7
Comedia. Drama La película consta de seis episodios que alternan la intriga, la comedia y la violencia. Sus personajes se verán empujados hacia el abismo y hacia el innegable placer de perder el control, cruzando la delgada línea que separa la civilización de la barbarie. (FILMAFFINITY)
18 de diciembre de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Usted tiene 70 años. Tras toda una vida de duro trabajo, el director de su caja de ahorros, en quien confía después de tanto tiempo manejando su dinero, le engaña para que dilapide sus ahorros en participaciones preferentes. Meses después, la entidad quiebra y es rescatada con dinero público. Se descubre que su presidente gozaba de una tarjeta con crédito ilimitado y oscuridad tributaria. Y aquel que en su día le indicara que el ser pensionista no equivalía a ser un ignorante financiero, dice que no sabía nada, que le tendrían que haber dado explicaciones. En ese momento en el que la última gota colma un vaso lleno de bilis burbujeante, de rabia ante la injusticia, de desesperación, es cuando la imaginación desata el relato salvaje. Y uno se ve a sí mismo ahogando a un banquero sin escrúpulos, haciéndole tragar fajos de billetes mientras recita “ya sabía yo que iba a ser fácil hacerte callar con un billete de 500 euros”. Humor negro, violencia pasional y altavoz para el débil es lo que conjuga la última película de Damián Szifrón.
'Relatos salvajes' reúne seis historias en las que personajes llevados al límite explotan en una furia violenta que, amén de ser liberadora, deja un regusto placentero. Por la pantalla veremos las catarsis de un hombre que agrupa a sus seres más queridos en un avión rumbo al infierno, de una camarera que se topa con quien le destrozó la vida, de un conductor colérico al estilo de 'El diablo sobre ruedas', de un artificiero indignado ante las multas de tráfico, de un millonario quejoso de la avaricia de los que lo rodean y de una mujer que descubre en el día de su boda las máculas de su marido.
Szifrón, procedente del mundo de la televisión pero que ya deslumbró hace casi una década con su hilarante 'Tiempo de valientes', se doctora ahora con un filme que aborda los deseos de todo aquel que alguna vez se ha sentido indefenso y con ganas de cruzar la línea y desatar su venganza. Lo que en la vida real es impensable, el cineasta argentino lo filma con soltura, engarzándolo con perlas de un humor negrísimo que obligan al espectador a soltar esa carcajada que nos desnuda como adultos formales. Resulta imposible no empatizar con ese placer surgido de la justicia divina, aunque en este caso provenga de las propias manos del desfavorecido, que inhibe su raciocinio para conseguir por la fuerza que las aguas recobren su cauce natural. Con una aceptable factura formal que no esconde dejes del cine independiente, la película reclama más fogonazos de humor en alguno de sus pasajes, aunque los tramos dramáticos realzan la sensación de comprender los desvaríos del carácter humano ante la desesperación.
Ricardo Darín, Leonardo Sbaraglia o Érica Rivas, entre otras caras conocidas del cine argentino, aportan ese cariz patrio que logra convertir cualquier situación insustancial en un debate filosófico elevadísimo, y que tan bien sienta a la cinta. Sobre todo en el caso de Darín, su rostro cansado ante la opresión y a punto de reventar de rabia -transformado después en una sonrisa de justa satisfacción- es magnífico. Los seis episodios funcionan para provocar risas sinceras ante situaciones comunes que, pese a que degeneran en un caos sangriento, transmiten la certeza de que nuestro interior alberga un instinto animal. Empleado aquí para resarcir los abusos de la sociedad, ese impulso nos adentra en el camino hacia lo salvaje.

Diario de Navarra / La séptima mirada
Asier Gil
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow