Por fin después de tantos dimes y diretes llegó la tan temida segunda temporada de True Detective. Y digo 'temida' porque luego de los míticos Rust y Marty era impensado un TD sin ellos y aquí estamos de nuevo. Claro que es diferente. La primera impresión es; no es tan buena. Y no, como aquella no. Y si dejamos de comparar (algo muy difícil pero necesario) el resultado sería, que estamos frente a una TD diferente.
Si mantiene lo que dió los últimos 20 minutos, conquista y mucho.
Lo que mas me gustó; un elegante y acertado Vince Vaughn -no me lo esperaba- y la música de un noir, deliciosa.
Yo se que es caer en lugares comunes, pero cuando comienzan a aflorar las miserias y tormentos de los personajes, sus lados oscuros, es cuando la serie genera color y calor. Espero que no se tornen muy obvios, por momentos parecían tirarnos éstos por la cabeza.
Le doy un voto de confianza a McAdams - pese a que vi varias veces a Catherine de CSI por allí - y sigo sin entender que hace Taylos Kitsch (ademas de mostrarnos su buen culo).
La historia ? aún ni se de que se trata, Farrell, por ahora, es solo un estereotipo de cualquier personaje turbio de thrillers que andan en la vuelta.
Quedo claro que se necesita mucha gente para calmar el dolor y poder superar a Rust Cohle. Solamente es distinta.