Hacia tiempo que no veía una película tan absurda que se tomara tan en serio. Siento vergüenza ajena al pensar que nos quieren vender tales tonterías como nuevas joyas del cine independiente, pero esta vez no, ya no cuela, tenéis que esforzaros un poquito más y ser más coherentes.
Aquí nada es creíble, todo es forzado y tonto, muy tonto por mucho que nos quieran vender la estrambótica historia de amor de Lars como un simbolismo de la personalidad humana o de miedos y inseguridades.
Desde el principio la película muestra su cartas y cinismo creativo, tenemos que soportar al idiota protagonista con su dramatismo absurdo, y si esto es de lo mejor que nos puede dar el cine Norte Americano, el cine corre riesgo de desaparecer y dar paso a otros entretenimientos como los videojuegos, cosa que ya ocurre, puesto que esta industria ya mueve mas dinero que el cine (una pena).
Aun así hay cosas buenas, a decir verdad a parte del guión y el planteamiento se pueden destacar cosas como fotografía, música, montaje y unas aceptables interpretaciones teniendo en cuenta la falsedad de las situaciones que les toca representar.
Tampoco me resulta sorprendente la nominación al oscar como mejor guión dada la nula credibilidad (en muchas ocasiones) de estos premios.