No fue dirigida por Tim burton pero como si lo fuera, esto se debe a que estuvo inmerso en el proyecto en todo momento, el fue quien tubo la idea original, creo los personajes y produjo, se puede decir que es el padre de la criatura.
Mas que nunca se aprecian todos los elementos góticos y lugrubes tan característicos del director. En un principio tenía pensado hacer un corto de animación al estilo de “Vicent” pero según parece a Disney no le hizo mucha ilusión la idea, tal vez querían
algo más azucarado y… accesible, digamos.

Diez años después, estando ya el director más que consagrado se retomo la idea con la aprobación de Disney, pero por aquel entonces Burton se encontraba rodando su segunda entrega de Batman y tubo que llevar las batutas del proyecto el veterano de la animación Henry Selick. Aún así Burton compaginó los dos proyectos, supervisó la película en todo momento y se mantuvo dando indicaciones todo el rodaje para exprimir cada detalle que tenia en su cabeza.

La película se realizó con la técnica de animación stopmotion, que consiste en filmar objetos reales fotograma por fotograma, moviéndolos muy ligeramente en cada toma creando en nuestros ojos el efecto del movimiento. Hasta entones nadie había osado usar esta técnica en un largometraje por su costosidad, mas tarde vinieron otras como “Wallace & Gromit”, “Chicken run” etc.
Tardó dos años en realizarse el proyecto, a pesar de las más de 120 personas que trabajaban codo con codo todos los días para llevarlo a cabo.

El resultado de tanto trabajo no pudo ser más satisfactorio, “Pesadilla antes de navidad” es una película realmente única. Dotar de vida a unos simples muñequitos tiene mucho merito pero llegar a crear algo asombrosamente mágico con estos medios es para quitarse el sombrero. También esta repleta de partes musicales, que si bien suelen aburrir en otras películas, aquí son memorables y pegadizas, algunas como la del comienzo (esto es halloween) siempre serán recordadas.

El fantasmagórico mundo de Halloween con todas sus bizarras criaturas, el indiscutible rey de la ciudad Jack Skellington y su vació existencial, el cursi mundo de la navidad con Santa Claus y los duendecillos. Con todos estos ingredientes y muchos más puedes saborear una autentica joya del cine de nuestro tiempo, una delicia para la vista, el oído y el alma.
La obra cumbre de la animación, una indiscutible obra de culto.