La historia de la película es interesante y amena. Nos relata la vida y peripecias de un violín desde su nacimiento hasta la "actualidad". La historia engancha, como suele pasar con las historias biográficas, en las que van apareciendo y desapareciendo personajes con el transcurso del tiempo. Todo ello acompañado de la música del violín, como es lógico.

La música "culta" de la banda musical, cuya parte culta supongo que es la que la hace chirriar como si arrascaras una pizarra con las uñas, me dejó muy mal cuerpo varias horas, pero no consiguió hacer demérito de la historia que nos contaban.

La oscarizada música no sólo chirrió en mis oídos, sino en la propia historia que nos relatan, ya que a lo largo de los cientos de años que transcurren el "sonido" del violín permanece constante, anclado en un modernismo chirriante, insoportable para mi vulgar oído.

Buena película, bonita historia. Lástima de música culta y monótona. Si tienes la suerte de que la música no te chirríe te encontrarás ante una bonita y entretenida película.