Y es que esta película recuerda a horrores a esa bazofia crepuscular. La sosería de los personajes llega a limites insospechados, exactamente igual que en crepúsculo, con los chicos guapos y el amor empalagoso que tienen. Por el nombre de la película, y teniendo en cuenta que uno de mis actores favoritos trabaja en ella, Gary Oldman, pensé que me encontraría con una buena historia, pero nada mas lejos de la realidad. Y es que a este tipo de películas de monstruos, que se centran mas en el amor de dos protagonistas me hacen vomitar hasta el desayuno.

Podría a ver sido genial, un símil del cuento de Caperucita Roja, pero lo comercial acaba estropeando esas pequeñas ideas que podrían ser genialidades a manos de otros. Le doy un tres tan solo por el efecto que hace la capa de la protagonista, con ese intenso color rojo, que resalta con la nieve y los tonos grises de la ropa de los hombres y mujeres de aquella época.

A las únicas que les gustara esta película son a algunas niñatas histéricas de trece años a las que se les caerán las bragas con el tal Shiloh Fernandez, el guapo misterioso - romántico....