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Voto de charly:
10
8,2
9.266
Drama
Abril de 1943, en plena Segunda Guerra Mundial. Fontaine, un joven de 27 años miembro de la Resistencia francesa, que lucha contra la ocupación nazi, es arrestado por la Gestapo para ser interrogado. Fontaine sospecha que va a ser ejecutado y empieza a planear su fuga. (FILMAFFINITY)
12 de marzo de 2008
42 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1954, Bresson tiene ocasión de leer el relato autobiográfico de André Devigny, miembro de la Resistencia francesa que en 1945 había logrado escapar de una prisión nazi de Lyon. Este hombre en la película se encarnará en la figura del teniente Fontaine.
Robert Bresson pasa por ser el cineasta más particular que nos ha dado el séptimo arte. Sin duda , Un condenado.. es la una de las joyas que nos ha dejado este auténtico genio. Su formidable "cinematógrafo", con el que pretendía darle al cine su propia identidad y acabar con su sumisión a teatro, muestra aquí sus principios esenciales de la manera más clarificadora y transparente. Imprescindible su visionado.
Robert Bresson pasa por ser el cineasta más particular que nos ha dado el séptimo arte. Sin duda , Un condenado.. es la una de las joyas que nos ha dejado este auténtico genio. Su formidable "cinematógrafo", con el que pretendía darle al cine su propia identidad y acabar con su sumisión a teatro, muestra aquí sus principios esenciales de la manera más clarificadora y transparente. Imprescindible su visionado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La perseverancia y metódica autodisciplina de André Devigny, serán representadas con idéntica meticulosidad por un cineasta concentrado en permanecer lo más cerca posible de la realidad, y que dedica una atención obsesiva a los gestos e impulsos físicos del personaje cuyo itinerario hacia la libertad seguiremos los espectadores, conocedores del final por el propio título de la película.
La voluntad del cineasta es ir directo a lo esencial, en un itinerario espiritual paralelo al estrictamente físico que muestra la capacidad de un hombre para trascender sus limitaciones, y cuya representación cinematográfica se aleja completamente de los códigos del realismo convencional, optando en cambio por una depuración de medios dramáticos y visuales –por ejemplo en el diseño artístico- de modo que la idea de austeridad domina a lo largo de las aproximadamente dos horas de metraje, dotado por otra parte de una sensación de continuidad inapelable.
Un aspecto de capital importancia en el film es el azar, el destino, de ahí el subtítulo de la película (‘el viento sopla donde quiere’) frase pronunciada por Jesús a Nicodemo según el evangelio de San Juan, y que expresa la idea de que lo inesperado puede suceder.
Un aspecto fundamental del cine bressoniano es, sin duda, la gran valorización del espacio en off, como ejemplarmente muestra escena del primer intento de fuga del protagonista, que se visualiza desde el interior del automóvil que conducía al preso protagonista junto a otros correligionarios, y desde cuya ventanilla trasera sólo se nos representa a diversos agentes alemanes que se lanzan a su captura.
La elipsis es elegantemente utilizada, por ejemplo, para sugerir escenas de tortura del protagonista, que así son objeto de un tratamiento discreto y contenido, en coherencia con el film, tanto en su dimensión visual como literaria.
La fragmentación es también un motivo constante en la película, con las frecuentes elipsis pero también con numerosos insertos (de manos, del rostro…), y con una planificación que constantemente nos transmite la idea de inconexión, aderezada por el montaje. Ciertamente, nunca llegamos a conocer la articulación de los distintos lugares de la prisión (ni siquiera llegamos a ver integralmente la celda del protagonista), y así los diversos lugares del film se muestran radicalmente independientes.
En este maravilloso film, también se pone de relieve un portentoso uso del sonido”: llaves del carcelero, uso del alemán, rumor de los trenes que circulan cerca de la prisión , ráfagas de ametralladora o el estremecedor chirrido de la bicicleta del guardián alemán que hace rodeos tras los muros del recinto).
La voluntad del cineasta es ir directo a lo esencial, en un itinerario espiritual paralelo al estrictamente físico que muestra la capacidad de un hombre para trascender sus limitaciones, y cuya representación cinematográfica se aleja completamente de los códigos del realismo convencional, optando en cambio por una depuración de medios dramáticos y visuales –por ejemplo en el diseño artístico- de modo que la idea de austeridad domina a lo largo de las aproximadamente dos horas de metraje, dotado por otra parte de una sensación de continuidad inapelable.
Un aspecto de capital importancia en el film es el azar, el destino, de ahí el subtítulo de la película (‘el viento sopla donde quiere’) frase pronunciada por Jesús a Nicodemo según el evangelio de San Juan, y que expresa la idea de que lo inesperado puede suceder.
Un aspecto fundamental del cine bressoniano es, sin duda, la gran valorización del espacio en off, como ejemplarmente muestra escena del primer intento de fuga del protagonista, que se visualiza desde el interior del automóvil que conducía al preso protagonista junto a otros correligionarios, y desde cuya ventanilla trasera sólo se nos representa a diversos agentes alemanes que se lanzan a su captura.
La elipsis es elegantemente utilizada, por ejemplo, para sugerir escenas de tortura del protagonista, que así son objeto de un tratamiento discreto y contenido, en coherencia con el film, tanto en su dimensión visual como literaria.
La fragmentación es también un motivo constante en la película, con las frecuentes elipsis pero también con numerosos insertos (de manos, del rostro…), y con una planificación que constantemente nos transmite la idea de inconexión, aderezada por el montaje. Ciertamente, nunca llegamos a conocer la articulación de los distintos lugares de la prisión (ni siquiera llegamos a ver integralmente la celda del protagonista), y así los diversos lugares del film se muestran radicalmente independientes.
En este maravilloso film, también se pone de relieve un portentoso uso del sonido”: llaves del carcelero, uso del alemán, rumor de los trenes que circulan cerca de la prisión , ráfagas de ametralladora o el estremecedor chirrido de la bicicleta del guardián alemán que hace rodeos tras los muros del recinto).