"Noche de fin de año" se sustenta mínimamente gracias a todas las caras bonitas que hay en la película. Hay una buena cantidad de historias paralelas y todas ellas están protagonizadas por un actor medianamente conocido, si hasta sale De Niro moribundo.

Garry Marshall ha querido crear un entramado demasiado complejo (que al final no lo es, por supuesto) para intentar darle una vuelta al a típica comedia romántica, pero, como se suele decir, quien mucho abarca poco aprieta. La cuestión es que todas las historias tienen poca consistencia y poca carga sentimental.

"Noche de fin de año" se salva por os pelos, porque tiene algún momento lúcido y, evidentemente, no porque tengas los mejores actores del mundo juntos te va a salir una buena película porque sí. ¿O no, Marshall?