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España España · Madrid
Voto de Argay:
10
Thriller. Intriga El veterano teniente Somerset (Morgan Freeman), del departamento de homicidios, está a punto de jubilarse y ser reemplazado por el ambicioso e impulsivo detective David Mills (Brad Pitt). Ambos tendrán que colaborar en la resolución de una serie de asesinatos cometidos por un psicópata que toma como base la relación de los siete pecados capitales: gula, pereza, soberbia, avaricia, envidia, lujuria e ira. Los cuerpos de las víctimas, ... [+]
22 de abril de 2009
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alien 3 aparte, (el propio director reniega de la propia autoría de la película), David Fincher se destapó en el medio cinematográfico con una absoluta obra de arte que, a día de hoy, sigue siendo igual de brillante que en su estreno e igual de inalcanzable para quienes, desde entonces, la intentan copiar (que son muchas).

Muestra implacable de la brutalidad psicológica indómita que transita por el mundo, la locura que nos puede tanto atacar como absorber y los estímulos emocionales que nos rodean, furia y rabia incluida, y que a todos, llegado el momento, nos doblegan.

En mitad de ese poderoso discurso narrativo, Fincher puso gabardina y sombrero a Morgan Freeman, consideró a Brad Pitt como posible gran actor, después de haberle llegado la fama un año antes, y consiguió a Kevin Spacey, tras aceptar su condición de no aparecer en los títulos de crédito. Todo eso, enmarcado en una sombría oscuridad que no para de crecer y en un paisaje lluvioso que no cesa en ningún momento.

El primero lo bordó, el segundo se ganó merecidamente el respeto y del tercero sólo diré que su presencia en la película es sencillamente avasalladora. Punto y aparte, Gwyneth Paltrow daba besitos sinceros a Pitt, mientras esté buscaba respuestas a una violencia extrema y aparentemente injustificable.

Desde los títulos de crédito, Seven se dibuja a sí misma como una película hipnótica y de gran volumen. Todo lo que pasa en ella es impactante y en todo hay un efectismo tan desmedido como brutal.

Algunos no serán capaces de ver más allá de los sádicos y salvajes asesinatos que se profesan durante el film, para quien sepa hacerlo, o al menos se atreva, les diré que hay muchos elementos a estudiar tanto técnicos (la película es realmente brillante a nivel visual y sonoro) como narrativos, y que tras cada diálogo o situación siempre hay un análisis sobre el que reflexionar o, cuando menos, un doble sentido que ser aclarado.

Una absoluta (y brutal) maravilla.
Argay
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