Maravillosa y siempre recordada serie de espionaje y de suspense --con toques de ciencia ficción-- que marcó mi niñez.

A través de una ambientación funcional, de unos efectos especiales sencillos y de una estética propia de los años 60, se alcanzaban tramas bien resueltas llenas de intriga y de acción, en las que el puro entretenimiento era lo esencial. Y, en mi opinión, se conseguía claramente.

Una serie magnífica, que logró altos niveles de interés para muchos espectadores infantiles de mi generación. Y con la que siempre estaremos en deuda.

Para un notable; sin duda.