Sé que no soy quién para meterme con Terrence Malick, ya que seguramente me podéis restregar toda su carrera por la cara para decirme lo buen director que es. Yo no estoy diciendo que la película esté mal hecha o mal dirigida, si no que es tremendamente pretenciosa, se cree demasiado, tiene ínfulas de película intelectual y en realidad no sabes bien ni lo que estás viendo. En realidad, no sabía muy bien ni lo que estaba viendo, no entendía nada y tampoco entraba en mi cabeza como dos actores de la talla de Braf Pitt y Sean Penn y la actriz de moda en Hollywood aceptaron sus papeles en este bodrio pretencioso.

No se la recomiendo absolutamente a nadie, es mala con ganas.

Mi nota: 0