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España España · PONTEVEDRA
Voto de Skorpio:
7
Serie de TV. Comedia. Cine negro Serie de TV (2009-2011). 3 temporadas. 24 episodios. Un escritor, que se hace pasar por investigador privado, ha reunido todos los conocimientos necesarios para ejercer esta profesión a partir de la lectura de novelas policiacas. (FILMAFFINITY)
21 de abril de 2010
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
La casa Stradivarius era inigualable en todo el mundo a la hora de fabricar instrumentos de cuerda. Muchos intentaron imitar sus creaciones, pero sin éxito. Las unidades todavía existentes a día de hoy se consideran poseedoras de un valor incalculable.

Pues creo que en un futuro venidero, tendremos esa misma idea de la HBO y las series de TV a las que ha dado a luz. Esas tres obras cumbre de la ficción televisiva que son A dos metros bajo tierra, Los Soprano y The wire, superproducciones de la talla de Roma, Hermanos de sangre o la reciente The Pacific, series de género al nivel de Carnivàle o Deadwood, o telecomedias con la inventiva de Extras o El show de Larry David, forman ya parte del imaginario colectivo y han dejado patente que la narración catódica, bien hecha, no tiene nada que envidiar a su hermana mayor, la gran pantalla, bajo cuya sombra ha estado mucho tiempo ninguneada. Las claves, por decir algunas, pueden ser su gusto por los guiones cuidados y por desterrar formatos enlatados y ultradigeridos.

La comedia Bored to death es una de sus últimas perlas. Desde el primer capítulo se hace ver el sello HBO. Empezando por una divertida cabecera que anticipa el tono (humorístico) y el estilo (informal y referencial) de la serie. El sexo tiene mucha presencia, tanto en el propio argumento como en los diálogos y las situaciones, sin ningún reparo a mostrar desnudos si hace falta o actitudes “perversas” o “incorrectas” (aunque de sobra reconocibles) en los personajes, siempre bajo el yugo de la comedia. Así como la representación del consumo de drogas blandas, acción recurrente en la mayoría de los personajes, sea cual sea su estatus, lo que justifica (que no ensalza) de alguna manera su uso como actividad ociosa, habitual y puede que tolerada. Además, no podría faltar esa guinda que son los chistes políticamente incorrectos y a veces punzantes, aunque siempre sutiles y en el lugar y momento adecuados.

El personaje central, Jonathan Ames (alter ego homónimo del creador de la serie), es un escritor que se enfrenta a una doble crisis: la personal, a raíz del abandono por parte de su novia, y la creativa, sin ideas sustanciales para su segunda novela, de inminente entrega. En esta situación inicial, decide probar a hacer de detective privado, como una salida desesperada de esa espiral de hastío, condolencia con sí mismo y vacío creativo. Lo que empieza como un anuncio medio en broma se convierte en el pistoletazo de salida de eventos cada cual más alocado.

Para meterse en un pellejo de esas características, nada mejor que Jason Schartzman (Spun, Hazme reír), amigo y colaborador habitual de Wes Anderson, de cuya “factoría” parece también haber salido el personaje que nos ocupa, si bien un poco menos disfuncional.

(continúa)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Skorpio
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