Haz click aquí para copiar la URL
España España · Avile´s
Voto de magoxulin:
9
Serie de TV. Ciencia ficción. Acción. Fantástico Serie de TV (2015-Actualidad). Tras once años en la Tierra, la joven de 24 años Kara Zor-El decide seguir los pasos de su célebre primo y aprovechar sus superpoderes para salvar a los ciudadanos de National City de los criminales alienígenas que amenazan la paz. Pero si quiere continuar con su vida humana, primero tendrá que crear una nueva identidad secreta. (FILMAFFINITY)
14 de junio de 2020
3 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta temporada me ha recordado el monólogo de Shylock, personaje de la obra de Shakespeare El mercader de Venecia, cuando dice aquello de “¿Es que un judío no tiene ojos? ¿Es que un judío no tiene manos, órganos, proporciones, sentidos, afectos, pasiones? Si nos pinchais ¿no sangramos? Si nos hacéis cosquillas ¿no nos reímos?, si nos envenenáis ¿no nos morimos?" Y etc, etc...

Sí, porque en esta temporada, como en las anteriores, hay buenos, hay malos, hay acción, tortas, explosiones, peleas, superpoderes en acción y tal y Pascual. Pero creo que la serie ha dado un paso evolutivo y se ha preocupado de un tema que a todos nos incumbe, eso sí, trasladándolo al campo de la ciencia ficción.

Sucede que en esta realidad de la serie, los alienígenas conviven pacíficamente con los humanos, pero claro, siempre hay alguno que quiere dominar el mundo y tener poder sobre los demás, y como eso afecta a determinada persona, que primero está a favor de esa convivencia, pero tras unos hechos provocados por aliens malvados, cambia su perspectiva y pasa a odiar a cualquier extraterrestre, solo por el hecho de serlo. Y yo entiendo esa perspectiva, pero gente como esa, que la hay de verdad, tiene que entender una cosa que parece que ni quiere entender ni quiere escuchar.

Que en un grupo de personas haya dos que son asesinas, o terroristas, o cualquier cosa malvada de esas, no significa que todas las personas de ese grupo sean asesinas ni terroristas ni cualquier cosa malvada de esas.

Y hasta que no entendamos esto, no vamos a evolucionar como seres humanos. No importa el color de la piel, ni la procedencia ni el sexo de una persona, ni siquiera aunque haya cambiado de sexo. Eso es cosa de su genética y sus propias decisiones, que solo le afectan a él o ella. Lo que importa es la persona. No es el color de la piel, ni el origen ni el sexo de una persona lo que mata. Es su ideología, su forma de pensar y sus acciones a raíz de esas dos cosas. Y personas con ideologías equivocadas, que actúan de forma equivocada creyéndose mejor que los demás, las hay en todas partes, en todos los países y, probablemente, en todos los planetas habitados del universo.

Y eso es lo bueno que tiene esta temporada, que hace un estupendo alegato del respeto por los demás sin importar nada más que su condición con ser vivo, ya no digo ser humano, porque aquí los hay de distinta condición y diferentes orígenes cósmicos. El respeto antes que nada, pero obviamente, respeto cuando ese ser vivo, humano o no, se merezca ese respeto y también respete a los demás de la misma forma.

Si extrapolamos esto a nuestra realidad, queda bien patente que pasa lo mismo con los inmigrantes. En la serie, hay humanos que odian a aliens porque realizan trabajos con mayor capacidad, ya que pueden levantar objetos de mucho peso más fácilmente o moverse a mayor velocidad, lo que les facilita más sus tareas laborales y los empresarios prefieren contratarlos a ellos antes que, en comparación, a los débiles humanos. En nuestro caso, los inmigrantes aceptan trabajar por sueldos más bajos que los nativos, pero hay que mirar esto desde otra perspectiva (una cosa que todos deberíamos hacer, ponerse en la situación de los demás, algo que los racistas nunca harán). Que un trabajador inmigrante acepte un sueldo bajo, a lo mejor es porque para él, recibir ese sueldo es lo mejor que le ha pasado en su vida, ya que en su país no tenía nada para llevarse a la boca. No es el inmigrante el culpable de trabajar por un sueldo bajo, es el empresario el culpable por contratar a gente por sueldos de mierda, sabiendo que los van a aceptar. Lo que debe pasar es que ese empresario sea obligado por ley a pagar un mínimo a cualquier trabajador, venga de donde venga.

Claro, que este tema está sujeto a un largo debate, y esto es una crítica de cine, no una encuesta ni un lugar de tertulia. Así que prosigo con la crítica.

Supergirl es una tía que mola porque le da estopa a los malos, y la serie sigue dando lo que promete y subiendo el nivel en cada temporada. Pero aquí hay un descubrimiento, la actriz Nicole Maines, que se ha convertido en la primera heroína transexual de la televisión. Antes era un chico y ahora es una mujer, una actriz haciendo el personaje de una heroína alienígena que antes era varón y ahora es hembra. Que sí, que ya, que sus órganos internos siguen siendo de hombre, pero si ella se considera mujer, no importa su condición física, como ya dije, sino la persona, y eso no es cuestión de sexos, ni de colores, sino de caracteres. Persona y personalidad son palabras con la misma raíz, y los seres humanos no somos más que personas, todos hijos del mismo planeta y todos iguales. Luego, repito, la forma de actuar de cada quién es la que determina su valor como tal. Y repito, dejando aparte el argumento, lo que más me ha gustado de esta temporada es ese paso hacia una realidad más patente en el día a día, que es no solo el respeto por los demás, sino también el conocerse a uno mismo, descubrir quién es realmente y aceptarse de esa forma. Y el que no esté a gusto con este tipo de mentalidad, que se aparte y deje vivir a los demás.

LO MEJOR: El alegato por el respeto hacia los demás, sean del lugar que sean y del sexo que sean, y también el alegato por un periodismo de calidad, imparcial y veraz, que últimamente no se suele ver mucho ni en prensa ni en televisión.

LO PEOR: Jon Cryer no me pega haciendo de malo. Sigue teniendo cara de yogurín.
magoxulin
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow