Spin-off de X-Men con Lobezno de protagonista, contando su vida desde el surgimiento de sus poderes mutantes hasta su frustrante pérdida de memoria. La mera concepción de la película ya de por sí me parece un error, Lobezno no debería tener un origen, para su desarrollo no necesitamos saber que un gran poder conlleva una gran responsabilidad, que viene del planeta Krypton o que sus padres fueron asesinados en Gotham City, al contrario, el misterio que le rodea es parte importante de lo que le define, el personaje resulta más interesante desconociendo su pasado.

El principal problema que le veo a la película es el ansia de la productora en cosechar el mayor éxito comercial posible, no arriesgan nada y eso a la postre repercute en un guión flojo, inverosímil y políticamente correcto. Por ejemplo, en los comics, Lobezno pierde la memoria a causa de su factor curativo y de los lavados de cerebro a los que le someten, en la película le libran de traumas y dan una explicación mucho más rebuscada y tonta.

Hugh Jackman me sigue convenciendo en el papel que le convirtió en una estrella de Hollywood, aunque a veces se pasa un poco luciendo palmito. También hay que destacar el trabajo de Liev Schreiber, en una de las mejores composiciones provenientes del noveno arte. Del resto de actores, poco bueno ni malo se puede decir, la mayoría de los personajes están desaprovechados y sus intervenciones son muy triviales, aunque el cantante de Black Eyed Peas deja bien claro que lo suyo tampoco es el cine.

En una pelea que acontece en la película, Dientes de Sable le suelta a Lobezno una frase que resume lo que pienso de ella, “siento decirlo, James, pero me estas decepcionando mucho”. Como fan del personaje, espero que en la próxima se pongan las pilas y que se lo tomen más en serio.