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Voto de merzbild1a:
9
6,3
252
Comedia. Drama
A pesar de su talento innato para el fútbol, François Perrin tiene un temperamento que le causa numerosos problemas fuera del campo. Después de la enésima juerga, la directiva del club con el que tiene contrato en vigor decide castigarlo obligándolo a entrenarse y a jugar con el equipo filial. Una pelea con una de las figuras del primer equipo supone la despedida virtual de François del club donde ha militado las últimas temporadas. ... [+]
28 de noviembre de 2009
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Annaud firma una excelente comedia de corte social, empleando el fútbol como excusa, para hablar de las miserias que conlleva un comportamiento "asocial".
Es la eterna cuestión: dejarse llevar o ir contracorriente. Supongo que si el prota se hubiera dejado llevar la historia sería como leer el pentateuco de pe a pa, o sea infumable; no obstante, y a pesar de que este dilema en casi todos los films se soluciona rápidamente y ante nuestros ojos vía romance -que en este también lo hay- chorra, petit burgois y absurdamente sentimental, al menos en este film tiene una acidez que es imposible de encontrar, ni por asomo, en comedia romántica alguna. O sea, el eterno tema del anti-héroe, una suerte de James Dean -a escala, entiéndaseme, y rollo años 70- pero en la ciudad de Trincamp.
Es la eterna cuestión: dejarse llevar o ir contracorriente. Supongo que si el prota se hubiera dejado llevar la historia sería como leer el pentateuco de pe a pa, o sea infumable; no obstante, y a pesar de que este dilema en casi todos los films se soluciona rápidamente y ante nuestros ojos vía romance -que en este también lo hay- chorra, petit burgois y absurdamente sentimental, al menos en este film tiene una acidez que es imposible de encontrar, ni por asomo, en comedia romántica alguna. O sea, el eterno tema del anti-héroe, una suerte de James Dean -a escala, entiéndaseme, y rollo años 70- pero en la ciudad de Trincamp.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Encuentro interesante las siguientes escenas tanto por su valor dramático como por su desternillante punto de humor:
- Escena posterior al partido: Perrin es acompañado como un héroe, por las calles de la ciudad, aclamado por las gentes de Trincamp, hasta el hotel Napoleón, el más caro de la ciudad. Sin embargo, cuando llegan al hotel, él hace hincapié en que debe volver a la cárcel, porque el permiso era sólo para jugar el partido. Total, que tanto el presi como la "corte" de patrocinadores pelotas, al no poder convencerle de que se quedara allí, le conducen a la cárcel, y todos los habitantes de Trincamp, que estaban en la calle aclamándole como un héroe, también van a la cárcel con él. Él se acerca a la puerta junto al presidente del equipo, saluda a los guardias, entra en el vestíbulo del centro penitenciario y pide hablar con el alcaide; el alcaide, en pijama se levanta para ir a hablar con ambos; mientras la multitud de gente gritan "¡Liberad a Perrin!"; poco a poco, la conversación con el alcaide pasa de un tono amistoso a los insultos y descalificaciones. Finalmente, el alcaide les echa del centro. El guardia de la entrada echa a Perrin de un empujón; la gente deja de gritar y pedir su libertad y se queda en un silencio casi existencial. Pero Perrin se levanta, corre hacia la puerta, da una patada y grita "¡Volveré!"; una pequeña ventanita de la puerta se abre, y un guardia, a través de ella dice "¡Ni lo sueñes!"
- La escena de la cena: es el punto álgido. Perrin congrega a todos aquellos que le hicieron la vida imposible para anunciarles futuras desgracias. Al dueño del bar donde van los hinchas del equipo, le dice que atravesará las amplias cristaleras cogiendo carrerillas desde la acera de enfrente; al dueño del concesionario de coches que patrocina el equipo le dice que cogerá el coche que él mismo le prestó y lo estampará contra el concesionario reduciendo todo a chatarra; al dueño de una tienda de muebles, le anuncia un terrible incendio. Después de la cena, secuestra a la mujer del presidente, va con ella en su coche y la lleva hasta un bosque a unos 30 kilómetros de Trincamp; Perrin sale del coche, le abre la puerta caballerosamente a la presidenta, y le dice "Verá, Sra. Presidenta, no me entienda mal, pero hay algo mucho más doloroso que la violación para una dama como Ud.,...y son 30 kilómetros a pie,...desgasta...desgasta..." y se sube a toda prisa al coche de nuevo y se larga hacia la ciudad.
- Escena posterior al partido: Perrin es acompañado como un héroe, por las calles de la ciudad, aclamado por las gentes de Trincamp, hasta el hotel Napoleón, el más caro de la ciudad. Sin embargo, cuando llegan al hotel, él hace hincapié en que debe volver a la cárcel, porque el permiso era sólo para jugar el partido. Total, que tanto el presi como la "corte" de patrocinadores pelotas, al no poder convencerle de que se quedara allí, le conducen a la cárcel, y todos los habitantes de Trincamp, que estaban en la calle aclamándole como un héroe, también van a la cárcel con él. Él se acerca a la puerta junto al presidente del equipo, saluda a los guardias, entra en el vestíbulo del centro penitenciario y pide hablar con el alcaide; el alcaide, en pijama se levanta para ir a hablar con ambos; mientras la multitud de gente gritan "¡Liberad a Perrin!"; poco a poco, la conversación con el alcaide pasa de un tono amistoso a los insultos y descalificaciones. Finalmente, el alcaide les echa del centro. El guardia de la entrada echa a Perrin de un empujón; la gente deja de gritar y pedir su libertad y se queda en un silencio casi existencial. Pero Perrin se levanta, corre hacia la puerta, da una patada y grita "¡Volveré!"; una pequeña ventanita de la puerta se abre, y un guardia, a través de ella dice "¡Ni lo sueñes!"
- La escena de la cena: es el punto álgido. Perrin congrega a todos aquellos que le hicieron la vida imposible para anunciarles futuras desgracias. Al dueño del bar donde van los hinchas del equipo, le dice que atravesará las amplias cristaleras cogiendo carrerillas desde la acera de enfrente; al dueño del concesionario de coches que patrocina el equipo le dice que cogerá el coche que él mismo le prestó y lo estampará contra el concesionario reduciendo todo a chatarra; al dueño de una tienda de muebles, le anuncia un terrible incendio. Después de la cena, secuestra a la mujer del presidente, va con ella en su coche y la lleva hasta un bosque a unos 30 kilómetros de Trincamp; Perrin sale del coche, le abre la puerta caballerosamente a la presidenta, y le dice "Verá, Sra. Presidenta, no me entienda mal, pero hay algo mucho más doloroso que la violación para una dama como Ud.,...y son 30 kilómetros a pie,...desgasta...desgasta..." y se sube a toda prisa al coche de nuevo y se larga hacia la ciudad.