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Voto de merzbild1a:
10
Fantástico. Terror. Drama Filme basado en cuatro historias del escritor Lafcadio Hearn. - "Pelo negro": Un samurái no soporta a su mujer y la abandona por una princesa; y años después vuelve a casa para realizar un terrible descubrimiento. - "La mujer en la nieve": Dos leñadores se refugian de una tormenta de nieve en una especie de cobertizo abandonado. - "Hoichi": El fantasma de un samurái le pide a un músico ciego que toque una balada en la tumba de su señor. ... [+]
4 de octubre de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Decía un amigo mío iconógrafo, y también amante del séptimo arte, que no veía cine japonés porque le daba miedo. Esto no lo decía en relación sólo a las películas de terror japonés (clásicas y contemporáneas); le daba miedo TODO el cine japonés. Yo no le entendía; el cine japonés (cualquier género) siempre me gustó muchísimo; me parecía extraordinariamente original, innovador y, quizá, si tuviera que achacarle algún defecto, era la lentitud narrativa en algunos géneros como el policíaco. Hasta que tuve la oportunidad de ver este film por primera vez. Todo cambió.

No es sólo la narrativa, la puesta en escena, los primeros planos o los decorados propios de teatro kabuki; es cómo se mueven los personajes, cómo hablan, cómo gesticulan. Y esa moraleja sin moraleja que queda flotando en el aire; los personajes que se ven empujados a los brazos de la tragedia de forma irremediable, como si el destino estuviese jugando con ellos, disfrutando con sus desgracias, poniendo fantasmas e ilusiones en sus caminos hasta que debido a ellos, o debido también a sus propias avaricias, deseos, envidias, terminan por perderlo todo.

Kobayashi es un absoluto maestro de ese "mundo flotante" japonés, como salido de alguna estampa Ukiyo-e, y sus personajes actúan como eso, como "personajes", en contraposición a lo que sucede con los personajes de las películas de Scorsese, que son actores que durante 2 horas se convierten en mafiosos de verdad. Y ahí radica la maravilla del cine: nos hace disfrutar de las actuaciones verídicas e hiperrealistas del cine de un Scorsese, de un Coppola joven, etcétera, y a la vez, nos permite viajar a un mundo onírico, como de papel de arroz y nevado, donde los hombres y los fantasmas conviven en un mismo plano de la realidad.

Le doy un 10.
merzbild1a
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