Como ya demostró en el primer "Rocky" consiguiendo una nominación a los Oscar. Aspira ahora a ser de nuevo nominado. Optando esta vez como secundario.
Y es que la película oscila entre la rutina de un ex-boxeador entrenando a un joven mil veces visto en mil películas, y el hecho de que ese ex-boxeador sea el legendario Rocky.
Como en la primera de la saga, el guión da a Stallone suficiente carga dramática a su personaje para que pueda lucirse y subir el listón de la película.
Por fin deja de hacer el ridículo intentando ocultar el paso del tiempo mediante maquillaje, como hizo en la saga acción "Los mercenarios" para en "Creed, la leyenda de Rocky" aceptar por fi su edad e interpretar a un Rocky envejecido, enfermo y viviendo de recuerdos, asustado sin como afrontar su enfermedad

Lo peor: la cantidad de minutos dedicados a la trama romántica entre el hijo de Creed y la novia de turno, que alargan innecesariamente el metraje.