La serie nos lleva a un futuro post-apocalíptico en el que la civilización ha muerto devorada por las armas de fuego, por lo que los supervivientes han decidido prohibirlas. El territorio de lo que un día fuera EEUU está dividido entre siete barones que han creado sus ejércitos personales con soldados (llamados cizallas) adiestrados en el manejo de armas blancas y entrenados en las artes marciales. al mando de dichos ejércitos se encuentra un "regente"
Así la serie nos presenta a uno de ellos (sobrio Daniel Wu) que empieza a cuestionarse la lealtad a su barón, y si habrá algo más allá de las tierras baldías.
La serie me recuerda por momentos a The walking dead, cuando conjuga las escenas de artes marciales (aquella los zombies) con el drama, a los juegos del hambre, cuando coquetea con la idea de que exista algo más allá del mundo conocido y rebelarse contra el violento orden establecido o incluso a Matrix, por como están filmadas las escenas de acción, esos planos lentos bajo la lluvia.
Los "cizallas" son, por supuesto, una versión de los samurais y las tierras baldías una vuelta al feudalismo, en el que o eliges la carrera de las arma o te espera el arado.
Admito que la serie pierde cuando no hay acción, y que en el drama frecuenta convencionalismos y tópicos, algo que la serie debería intentar corregir para ir más allá. al margen de eso, el piloto me ha gustado.
Una mención especial para los títulos de crédito. Bastante llamativos en mi opinión.

Actuaciones:6
Coreografía de las peleas:8
Guión:6
Fotografía:7
Nota media:6.5

Serie recomendable y a seguir.