De Niro vuelve a comerse el papel, en esta ocasión de un taxista neoyorkino recién desmovilizado de la guerra del Vietnam. Desde el principio se aprecia que se mueve como un pez fuera del agua. Él intenta ser bueno y llevar una vida como los demás. Intenta hacer su trabajo modestamente, y seducir a una guapa mujer. Pero no es como los demás. Travis vive obsesionado por la vida urbana que contempla cada noche desde el taxi. Suciedad es la palabra que más usa para describirla. Suciedad física y suciedad moral, en un crudo y descarnado retrato de la urbe. Hasta llegar a un punto en que no puede más y decide tomar cartas en el asunto. Poco a poco asistimos a su transformación, de un hombre que intenta pero no puede ser uno más.
En la película juega también un papel destacado el azar, el azar que une, liga, ata y separa vidas anónimas en Nueva York. Esta idea del azar, es muy mía, y creo que no ha sido muy bien desarrollada por los críticos.
Quiero explicarme en spoiler: