Capaz de crear grandes películas en todos los géneros que toque. Ya sea el terror, el thriller psicológico o como ahora, el cine de espías. Sentando las bases y las pautas que todo director que filmase después películas de espías, ha seguido.
De nuevo contando con su actor fetiche, James Stewart, crea otra obra maestra del suspense y la intriga, dominando como nadie los tiempos para mantener fija la atención del espectador, apoyándose en los giros de guión, en el uso perfecto de la banda sonora o en la construcción de unos personajes atrayentes y con los que cualquiera puede identificarse, para rematar con un final de nuevo fabuloso.
Algo que me he fijado en "El hombre que sabía demasiado" y que quizá, existiese en sus películas anteriores, pero yo no había sabido ver, es el uso de los colores y de la luz que hace Hitchcock, sobretodo en las escenas ambientadas en el colorido Marruecos.
No está en el top cinco de sus mejores películas, pero aún así no tiene desperdicio, como todo su cine, claro.