Parece ser que sólo un puñado de frikis como yo disfrutamos de películas así. Sinceramente, me hace gracia la gente que se pone a destacar puntillosamente todos los fallos que contienen este tipo de producciones. Por supuesto que son estúpidas, malas con avaricia, con chascarrillos de vergüenza ajena, tetas (muchas tetas), personajes tópicos, situaciones surrealistas, efectos especiales patéticos y más tetas.

Y ahora yo os digo, hermanos míos... ¡esa es la esencia del buen gore! Porque aquí no hablamos de geniales filmes de terror como la saga Alien, u otras más dementes u oscuras obras como Inside. Tratamos del muy anciano género friki de serie B (o Z, en ocasiones) que tanto nos ha divertido entre colega. Me atrevo a decir que ya desde los años cincuenta con esos clásicos de cine de terror y ciencia-ficción de serie B con actores malos, guión aún peor y malísimos efectos especiales ya predijeron lo que serían filmes de la talla de The Toxic Avenger, Re-Animator o Bad Taste en los ochenta. El espíritu de los títulos citados es exactamente el mismo en esta película: pura diversión.

Y es que aquí nos encontramos con una película de fácil digestión (válgame la paradoja) de corta duración que complacerá a los que busquen tetas, vísceras y bichos malos. El guión ha sido repetido hasta la saciedad en infinidad de filmes similares, pero de eso se trata precisamente: hace homenaje a aquellas geniales cintas. Aquí, cuánto más sobreactuados estén los actores, más divertido se nos hará el metraje. ¿Acaso no recordáis el mítico "OH MY GOOOD!" de Troll 2? Además, sobretodo en la última media hora de metraje, las muertes de los bañistas son de lo más inventivas y exageradas, un festín de desmembraciones, huesos, cuerpos partidos por la mitad, pieles arrancadas... todo muy visto, pero llevado a cabo con ingenio. Alexandre Aja ha dejado constatado su fanatismo hacia este cine.

En fin, no me voy a extender más, pues sólo quería recalcar mi opinión sobre el Gore. Relajad vuestros cerebros y disfrutad de la película.