Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Heferstion:
6
Drama París, 1832. Dos palabras, "romanticismo" y "revolución" están en boca de todo el mundo. El 3 de junio, una sublevación estudiantil provoca una revuelta, y las calles se llenan de sangre. Ese mismo día, la baronesa Dudevant llega de provincias para emprender su carrera literaria bajo el seudónimo de George Sand. A los 23 años, Alfred de Musset, "el poeta y escritor de mayor relieve de su generación", es el cabecilla de una pandilla de ... [+]
29 de septiembre de 2007
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La ópera comeinza en un escenario de lujo. Bueno, en realidad se traslada presto al escenario, París. Aparecen los personajes, se dispara la trama, y los vestidos de época se caen al suelo, con la pasión y la fuerza del deseo.

Nos movemos a Venecia, algunos visos de la obra son francamente buenos, pero momentáneos. La locura aparece, de la mano del opio, y trae consigo las mejores escenas, las más divertidas, las más humanas.

Volvemos a París, en el tercer acto, y la envidia, el cotilleo, la vida cortesana aparecen, al tiempo que lo hacen el desengaño, el amor fozado, la pasión buscada, y el regreso de los amantes. Se vuelve tediosa, aburrida, pero conserva la gracia y la perfección decimonónica. Un romanticismo adecuado, representativo, pero falto de verdadero espíritu romántico. No hablo de amor, sino de la corriente literaria. El tercer acto presenta un romanticismo de manual, ajeno al histórico.

Y así termina, con la tragedia, la lágrima, y el recuerdo.
Heferstion
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow